El Reino Unido vive estos días un curioso debate sobre los zapatos que deben usar las mujeres en el trabajo. Una moción aprobada por los sindicatos implica que las mujeres deben llevar zapatos cómodos al trabajo. El debate está servido entre los que apoyan a los sindicatos y los que por el contrario, abogan por el uso del tacón.
La moción fue impulsada por la Asociación de Podólogos, quienes han pedido a los sindicatos y los responsables locales de salud y seguridad que realicen las valoraciones necesarias para determinar en que tipo de trabajos, el uso de los tacones pueda generar problemas de salud o incluso que estén considerados un riesgo.
Para muchos trabajos, la mujer debe estar varias horas desempeñando su labor de pie, por lo que al permanecer de forma prolongada con un calzado inadecuado y con tacones altos, puede suponer serios problemas a corto plazo, como ampollas y callos o incluso a largo plazo, con lesiones graves de rodilla, de pies, dolor de espalda e incluso acabar teniendo las articulaciones dañadas.
Ante el debate, los medios de comunicación británicos han comenzado una auténtica batalla de titulares, que en cierto modo, parecen confundir las razones por las que se ha tomado esta decisión sindical.
Periódicos como The Sun o Daily Mail han estado transmitiendo que el sindicato laboral ha propuesto prohibir los tacones, lo cual ha generado una gran confusión a la moción laboral.
Un miembro del sindicato, además de podóloga de profesión, Lorraine Jones declaraba a Reuters que en ningún momento han pedido prohibir los tacones en el trabajo. Según Jones, la moción se introdujo para dar la opción a las mujeres que trabajan en determinadas industrias, de elegir que tipo de calzado prefieren llevar, cuando tienen que pasarse muchas horas en el trabajo de pie.
Una de las defensoras de este tipo de calzado ha sido la parlamentaria del partido conservador, Nadine Dorries, quien ha manifestado que esta moción pretendía devolver a las mujeres a su tamaño real. Según Dorries, el trabajo en la Cámara de los Comunes está dominado por los hombres, y los hombres con los que tiene que trabajar, tienen un instinto “asesino” y al medir 1,60, necesita llevar tacones a toda costa.
Una nueva polémica que no está falta de razonamiento. Para trabajar y poder rendir de una manera eficiente, se debe sentir uno cómodo y confiado. Si nuestro trabajo lo desempeñamos de manera incómoda y con molestias, estaremos condicionados a que el resultado esté relacionado con nuestro bien estar, por lo que no será igual de bueno.
Aunque también hay de los que piensan, que muchas mujeres van excesivamente arregladas a trabajar y esto más que traer problemas de salud para sus pies, trae consigo problemas de concentración para algunos compañeros.
¿La solución? Pues más lógica que polémica. Que tu salud no dependa del zapato que te pones para ir a trabajar.