Paz Vega está viviendo uno de los momentos más tristes de su vida. Hace dos días moría su abuelo materno, Francisco Trigo García, a quien la actriz estaba muy unida. En cuanto se enteró de la noticia viajó, acompañada por su marido, Orson Salazar, hasta la localidad malagueña de Ronda. Allí la actriz se convirtió en el mejor apoyo para su madre y para su hermana, la bailaora Sara Campos, que no podían contener las lágrimas ni las muestras de dolor.
El ataúd con los restos fúnebres de Francisco partían ayer por la tarde del Tanatorio La Rondeña hasta el Cementerio Municipal de Ronda, donde tuvo lugar un sentido responso en la intimidad familiar. La actriz no se separó de su familia en el corto camino que une el tanatorio con el campo santo, en el que descansarán para siempre los restos de su abuelo. Mientras tanto, su marido optó por quedarse en un discreto segundo plano acompañando a amigos y familiares del fallecido.
Ésta ha sido una noticia no sólo triste sino inesperada ya que la protagonista de Spanglish se encontraba en la isla de Ibiza junto a su esposo, cuando tuvieron que regresar precipitadamente a Ronda para asistir al sepelio. Así pues, Paz Vega anuló este fin de semana el compromiso que tenía en la isla balear: ella y la periodista Concha García Campoy han sido las encargadas de poner voz a las nuevas audioguías que ha creado el Ayuntamiento de Ibiza para recorrer los lugares Patrimonio de la Humanidad, como Dalt Vila . La comunicadora ha sido la encargada de hacerlo en catalán, mientras que Paz ha hecho lo propio en castellano y en inglés.