Los vampiros son seres fantásticos cuya fascinación y atractivo han invadido el cine y la literatura. Pero, aunque hay numerosas versiones de la vida del conde Drácula para la gran pantalla y las novelas de Anne Rice (Entrevista con el vampiro) nos contaron una teoría sobre su origen, el siglo XXI se está convirtiendo en un auténtico revival del fenómeno. Series de televisión que se han convertido ya en espacios de culto como True Blood o Moonlight, las que están a punto de llegar como The vampire diaries y Being human, y la saga literaria que arrasa entre los adolescentes, Crepúsculo, han puesto a los vampiros de moda.
Si antes las historias mostraban la parte más oscura de estos personajes, su vida sin alma, ahora se recupera precisamente la parte humana que les queda dentro, cómo son capaces de amar y luchar contra su naturaleza malvada para intentar ser buenos. Se ha dado una vuelta de tuerca al drama de Romeo y Julieta, imprimiéndole un matiz fantástico, pero con el mismo problema de fondo: el amor imposible, en este caso no por las rencillas familiares, sino porque un vampiro y una humana no pueden estar juntos.
Pero lo que no es posible en la ficción, parece concretarse en la vida real. Quizá por la fascinación de los personajes que interpretan o porque el guión les obliga a renunciar a sus sentimientos en escena, los actores protagonistas llenan este vacío fuera del plató. Es el caso de Anna Paquin y Stephen Moyer, protagonistas de True Blood, que se enamoraron en el rodaje y acaban de comunicar su compromiso. El único obstáculo al que tendrá que enfrentarse la pareja es a la diferencia de edad que les separa, si es que eso se puede considerar ya un impedimento (ella tiene 27 años y él 39). Además Moyer tiene dos hijos de relaciones anteriores, Bill, de nueve años, y Lilac, de siete.
Otros compañeros de rodaje que también podrían haber llevado su atormentado amor fuera de la pantalla son Robert Pattinson y Kristen Stewart. Los rumores son incesantes en cuanto a que son algo más que amigos y la química entre ambos es palpable, sin embargo ellos han desmentido los comentarios e incluso a Robert, que se ha convertido en uno de los actores más deseados, se le atribuyen otras parejas (Emily de Ravin por ejemplo).
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