Dicen que no hay felicidad como la de convertirse en papá, y Fernando Torres lo acaba de vivir. El futbolista del Liverpool y de la selección española dio la bienvenida al mundo a su primer hijo el pasado miércoles 8 de julio, una niña a la que él y su esposa, Olalla Domínguez, han llamado Nora.
La feliz familia posó el viernes a la salida del Hospital Policlínico La Rosaleda de Santiago de Compostela, donde nació la niña. Muy sonrientes y orgullosos, los felices papás mostraron a su pequeña. “Es el mejor trofeo que he recibido”, expresó emocionado el delantero mientras sostenía en brazos a la bebé. Y es que, a pesar de que siempre ha procurado mantener su vida privada al margen de su vida pública, en esta ocasión el deportista ha hecho una excepción para compartir con todos el dulce momento que atraviesa.
Tal y como informó El Correo Gallego en su edición digital, el parto fue programado y Fernando y Olalla, que se encontraban desde diez días antes en casa de los padres de ella en el barrio de San Lázaro, contrataron seguridad privada para no alterar la tranquilidad de la planta de maternidad del hospital.
La presentación de Nora se producía dos días después de su llegada al mundo. Olalla dio a luz mediante parto natural y, dado el buen estado de madre e hija, que pesó que pesó al nacer 3 kilos y 750 gramos, las dos se marchaban a casa cuarenta y ocho horas después del feliz alumbramiento.