¿Cómo se veía a sí mismo Michael Jackson?

A lo largo de su vida el rey del pop ha hecho pocas, pero contundentes declaraciones que han ayudado a conocer mejor sus pensamientos

por hola.com

Excéntrico, rompedor, original, único… muchos son los adjetivos con los que se puede definir al cantante. Pero, ¿cómo era en realidad? ¿cómo se veía a sí mismo? En las declaraciones que Michael Jackson ha hecho a lo largo de su vida, escasas pero muy reveladoras, descubrimos su yo más personal, sus inquietudes y, sobre todo, su visión de lo que otros creían inalcanzable: un éxito que ha traspasado las fronteras de la historia.

Su yo niño
Sobre su etapa infantil, la que le vio nacer como talento, ha dicho cosas como: “Yo nunca tuve ese algo que ustedes llaman infancia. Si no tienes ese recuerdo de amor de la infancia estás condenado a buscar por todo el mundo algo para llenar ese vacío. Pero no importa cuánto dinero ganes o lo famoso que te vuelvas, siempre seguirás sintiéndote vacío". Una sensación de soledad que se suele decir que padecen todos los que llegan a la cumbre y que le acompañó durante casi toda tu vida: “Incluso cuando estoy en casa, me siento solo. A veces me siento en mi habitación y lloro. Es tan difícil hacer amigos y hay algunas cosas de las que no puedes hablar con tus padres. Es muy duro que tu vida se convierta en propiedad pública, incluso teniendo en cuenta que la gente se interesa por ti debido a tu música”.


Quizá por eso quiso rodearse de niños y escapar a un mundo de fantasía, lleno de hadas en el que buscaba su infancia perdida, de ahí la fascinación por Peter Pan. “Alrededor de todas las paredes de mi cuarto, hay imágenes de Peter Pan. He leído todo lo que Barry ha escrito. Me identifico totalmente con Peter Pan, el niño perdido de Neverland. Soy Peter Pan en mi corazón" aseguró. Supo crear a su alrededor una burbuja en la que tenían cabida las cosas más excepcionales: su casa, sus recuerdos… “Me encanta crear magia, hacer algo que sea tan extraño, tan inesperado, que la gente alucine. Yo creo que los humanos también tienen capacidad de volar; el problema es que no sabemos concebir los pensamientos adecuados que nos permitirán levitar".

¿Su intención? Hacer feliz a la gente
En alguna ocasión hasta justificó sus excentricidades, que le costaron gran parte de su fortuna. “Me disfrazo por distintos motivos. Me gusta estudiar a la gente, aunque sean dos ancianas en un banco o unos niños en los columpios, porque no sé lo que es encajar en una situación de la vida diaria". Su legado se extiende tanto a la música como al baile, una herencia de la que se sintió orgulloso. “Lo que más me gusta de actuar es que la gente se siente feliz. Hacer sonreír a una persona significa para mí más que cualquier cosa. Cuando subo al escenario, no sé que pasa. Se siente muy bien, es como el lugar más seguro del planeta para mí. Me siento en casa: es allí donde vivo, donde nací, donde me siento seguro”.


Fue consciente además de que estar en el ojo del público implicaba todo tipo de comentarios en torno a su persona. “Tienes que vivir con la envidia. Piensan que te están lastimando. Nada podría hacerme daño. Cuanto más grande es la estrella, más grande es el objetivo. Al menos están hablando... Cuando paran de hablar, es cuando te tienes que preocupar. La gente siempre estará dispuesta a pensar lo peor de ti". En su última entrevista, concedida en 2007 a la revista Ebony, aseguró que vivía ajeno a tantas especulaciones: “No presto atención a eso. Creo que es ignorancia. No está basado en hechos, sino en el mito. El hombre a quien no llegas a ver. Todo vecindario tiene una persona a la que no conoces, así que hablas acerca de ella. Está la leyenda de que hizo esto o lo otro. ¡La gente está loca!”.