La juez que estudió su caso en Malawi le denegó a Madonna, en una primera vista, la adopción de Mercy, una niña que vive en el mismo orfanato en el que residía su otro hijo adoptivo David. El obstáculo lo encontró en la ley del país, que obliga a que los padres que optan a la acogida residan allí al menos durante 18 meses. Sin rendirse, apeló y un tribunal de tres jueces estudió los informes, quedando su decisión aplazada. Pero Madonna no tendrá que esperar más: este mismo domingo día 14 de junio podría conocerse de forma oficial la sentencia.
Sin embargo, todo apunta a que será un puro formalismo ya que el abogado de la artista ha desvelado que el resultado será, casi cien por cien, positivo. Alan Chinula explicó, en declaraciones al Daily Mail, que había conseguido que los jueces cambiaran de opinión y emitieran informes positivos. Dijo además que ya lo está arreglando todo para que Mercy viaje a Nueva York, donde comenzará una nueva vida junto a la artista y sus tres hijos, Lourdes María, Rocco y David. "Madonna está encantada de que haya signos de que la resolución va a ser favorable" dijo Chinula. Fuentes del tribunal han comentado además que los tres jueces están de acuerdo en que la decisión favorezca a Madonna.
En los últimos días, los comentarios y rumores han arrojado todo tipo de especulaciones sobre el caso. Una de ellas decía que, si el resultado era negativo, la artista tenía un plan alternativo: estaba centrando su mirada en Nigeria o Lesotho, otros dos países africanos en los que la ley no es tan estricta y no es imprescindible ser residente. Incluso algunos vaticinaban una próxima visita de Madonna a un orfanato de alguno de estos lugares.