Noemí Letizia, con ella llegó el escándalo a Italia

La joven napolitana ha hablado en 'The Times' sobre el Primer Ministro italiano: 'Le llamo 'Papi', pero no es mi padre'

por hola.com
Noemí Letizia, así se llama la joven de 18 años a la que ahora han acusado de ser la culpable del divorcio de Silvio Berlusconi. Fue la todavía esposa del Primer Ministro italiano, Verónica Lario, quien hizo que se convirtiera en el centro de atención cuando anunció que quería poner fin a su matrimonio y dijo que “no podía estar con un hombre que frecuentaba a las menores de edad”. Pero la historia no termina aquí, ya que después de que Lario diera a entender que mantenía una relación sentimental con esta joven napolitana, se ha especulado sobre si en lugar de ser pareja, Berlusconi y ella podrían ser padre e hija.

Todo comenzó cuando Silvio Berlusconi, a quien Noemí llama cariñosamente “Papi”, apareció el pasado 26 de abril en su fiesta de cumpleaños con un espectacular regalo: un collar de oro rosa y blanco con 19 brillantes de Damiani, de la colección que diseñó Sofía Loren en 2006 y que está valorado en 6.000 euros.

Acompañada por sus padres, Noemí Letizia ha hablado por primera vez desde que saltó el escándalo para The Times y aclara que a ella le gusta llamar “Papi” al Primer Ministro, pero que su padre no es él, sino Benedetto Letizia. Sus padres también quisieron dejar claro que Noemí no es hija ilegítima de Il Cavaliere, con quien dicen que tienen una relación de amistad. Dicen que se conocen porque Benedetto fue chófer de Bettino Craxi, primer ministro de Italia de 1983 a 1987. Y han añadido que “Berlusconi es un hombre del pueblo y que como tal, conoce a gente sencilla como ellos”.

Sin embargo la presencia de Berlusconi en esta fiesta ha hecho correr ríos de tinta y parece que para su mujer ha sido la gota que ha colmado el vaso, después del escándalo de las candidaturas femeninas del partido que lidera su marido, Pueblo de la Libertad (PdL), para las elecciones Europeas, muchas de las cuales eran mujeres del mundo del espectáculo. Sin duda, este es un capítulo más dentro del polémico y mediático divorcio de Berlusconi y Lario y, a juzgar por cómo han ido las cosas hasta el momento, seguro que no será el último.