Dos madrileños ponen en marcha una cadena de favores para salir entre todos de la crisis
La iniciativa tiene ya 10.000 adeptos y consiste en realizar una buena acción por alguien, quien a su vez, hace un favor por otra persona
“Una sola persona no puede sacar de la crisis a un país. Entre todos, sí podemos”. Esta es la idea original de dos empresarios madrileños, que creen que para salir de la crisis, lo importante es hacer frente común contra ella. Todos los días las noticias sacan a la luz multitud de historias, en general dramáticas, sobre los estragos de la situación económica en los negocios de pequeños empresarios.
Hartos de malas noticias, y con un espíritu positivo, estos dos madrileños han dado la vuelta a la perspectiva: “¿Y si ha llegado el comienzo del fin de la crisis? ¿Y si fuera posible que cada uno de nosotros pusiera en marcha sus propias “medidas para acabar con la crisis”? Dicen que dentro de cada español hay un Seleccionador de fútbol... ¿y si hubiera también un ministro de Economía?”
Solidaridad entre comercios
Hace un tiempo, llama David González, de 38 años y dueño de una empresa de decoración, comenzó a ver los estragos que causaba la crisis en los negocios cercanos a su oficina. En aquel momento "por solidaridad o por simple cargo de conciencia", González decidió dar “un primer paso” ayudando a uno de estos pequeños empresarios, según ha contado a Europa Press.
“Podemos salir de la crisis siempre y cuando nos movilicemos. El ciudadano de a pié, el humilde “currito”, el vecino de al lado, el ejecutivo, la doctora, el compañero de mesa, el conductor del autobús... todos tienen en sus manos la solución” asegura David.
El primer gesto lo tuvo el propio David con un conocido, un pequeño empresario que se veía ahogado por la situación. Según recoge la agencia de noticias, este primer acto solidario fue relativamente sencillo y muy efectivo: "Le presté dinero y me lo devolvió. Cada vez que iba a casa de un cliente a decorar, los productos que vendía él, yo también se los vendía. Un día le conseguí un cliente y después vino otro, y luego otro. Mi mujer también contribuyó, dándole a conocer entre sus amigos. Entre todos, levantamos su negocio", explica.
Al ver el éxito de esta acción solidaria, le comentó a su socio la idea de promover una página web donde crear una cadena de favores para ayudar a otros negocios de la zona. Así, el 25 de marzo nació http://www.yotesacodelacrisis.com/, donde todos aquellos que quieran hacer equipo frente a la crisis, pueden apuntarse.
10.000 personas en menos de dos semanas
La respuesta ha sido abrumadora. Esta cadena de favores ha reclutado ya a más de 10.000 personas dispuestas a ayudar al prójimo y a recibir, a su vez, ayuda. Y el mecanismo es muy sencillo: solo hay que subir a la web lo que se está haciendo por un tercero; este, hará lo mismo por otra persona, y así, sucesivamente. No se trata de prestar dinero, sino de pequeñas iniciativas que puedan ayudarle a reflotar su negocio. “Si ayudas a salir de la crisis a la persona que tienes más cerca, estarás contribuyendo a mejorar tu economía y la de todos”. Esa es la filosofía.
“Cada pequeña iniciativa es importante”, asegura. La firma quiere poner el primer copo para hacer que esta gran bola de viene empiecen a rodar, y por ello, amueblará gratis la casa de la persona que presente la mejor idea.
"No hace falta pensar en hacer grandes cosas", incide David, ya que algunas pequeñas acciones pueden hacer mucho bien. Para muestra, su propio ejemplo. "Mi mujer lleva sus revistas a una señora mayor que no puede pagárselas con la pensión de 400 euros que tiene” ha contado a Europa Press. También destaca otro caso, el de un padre de familia que se ha quedado en paro y ya no puede seguir pagando el comedor escolar de sus dos hijas. No hay problema: la madre de una compañera de las niñas se las lleva todos los días a comer a su casa.
Más historias: Sergio tiene conexión a internet de banda ancha y permite que sus vecinos se conecten a través de su señal WIFI. Su vecino, que está en paro y no puede pagar la conexión, puede buscar trabajo en internet y mandar sus curriculums.
Y es que la solidaridad y la generosidad puestas en práctica son lo que todo empresario necesita en malos tiempos. "Nosotros montamos nuestro negocio en plena crisis de los años noventa y nos han ayudado mucho” recuerda David. “Estuvimos a punto de dejar el local porque no vendíamos suficiente para mantenerlo y el casero hasta nos ofreció dinero. Está claro que ni el G-20 ni el G-8, ni Zapatero nos van a sacar rápido de esta crisis, tenemos que hacerlo nosotros".
Quién sabe si la solución de la crisis a pie de calle será esta. Desde luego que es más productiva que esperar a que pase el chaparrón.