Los datos sobre la muerte de Marta del Castillo no dejan de cambiar hora tras hora y es que los acusados del crimen no paran de cambiar sus versiones de lo ocurrido aquella noche. De nuevo Miguel Carcaño, autor confeso de su muerte, ha dado un vuelco a la investigación aportando nuevos datos. Si en la última confesión dijo que fue el menor apodado 'el cuco' el autor material del asesinato, poco después aseguró que él también participó en el mismo, autoinculpándose de nuevo. Según El Mundo, añadió además que ambos abusaron de ella y que la amenazaron con una navaja, que después tiraron a una alcantarilla. Precisamente esta arma fue encontrada por la policía en un nuevo registro de las inmediaciones de la casa de Miguel.
Estos sorprendentes datos se conocían poco después de que el padre de Marta, Antonio del Castillo, compareciera públicamente para pedir que no se abandone la búsqueda del cuerpo de su hija y que los culpables sean juzgados. Insistió en que los constantes cambios en los testimonios de los acusados obedecen a una estrategia "para proteger a alguien". Añadió que "ya no creen nada de lo que dicen": "Ayer dijeron una cosa, hoy otra y mañana volverán a cambiar. Esto es de circo".
La buscan en el vertedero
Tras la reconstrucción del crimen de Marta del Castillo en el piso de Miguel Carcaño, que duró unas cuatro horas, efectivos de la policía continuaron las labores de búsqueda del cuerpo de la joven en el vertedero de Montemarta Cónica, en Alcalá de Guadaira. Los trabajadores de la planta, sin embargo, consideran complicado que estas labores den algún fruto ya que ha pasado un mes y medio de la desaparición de Marta.
Miguel Carcaño, a principios de esta semana, cambió su versión de lo ocurrido aquella noche provocando un auténtico vuelco en el caso. Aseguró, no sólo que él no había sido el autor material del crimen, sino que habían arrojado el cuerpo a un contenedor de basura, situado en la esquina de las calles León XIII y Jorge de Montemayor.
Además Miguel dijo que no se encontraba solo en su domicilio de León XIII cuando asesinó a Marta. De hecho, estaría en compañía de sus amigos, Samuel Benítez y el menor de edad conocido como “el cuco”, a los que incriminó así directamente en el suceso. El arma del crimen también resultó ser una mentira de la primera declaración. Miguel no la asesinó con un cenicero de un golpe en la cabeza, según dijo, y en esta última declaración dice que la asfixió.