Una hora y media. Es el tiempo que Antonio, el padre de Marta del Castillo (la niña asesinada en Sevilla), ha estado hablando con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero en el Palacio de La Moncloa. Una conversación en la que Antonio ha pedido al presidente el endurecimiento de las penas para los culpables de casos como el de su hija, Marta. Y según ha declarado al salir, Rodríguez Zapatero se ha comprometido a velar por el cumplimiento íntegro de las penas, pero no por la cadena perpetua.
Antonio ha ido acompañado por Javier Casanueva, portavoz de la familia y tío de la joven, y en la reunión también se encontraba Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro de Interior. Después de la cita, el padre de la joven ha declarado a los medios que “el pueblo demanda” un referéndum sobre la cadena perpetua.
Para ello, tal y como le ha explicado el presidente, sería necesaria una reforma de la constitución, un obstáculo salvable en la opinión de Antonio del Castillo, que, tomando como referencia la posible modificación de la Carta Magna sobre el tema de la sucesión, ha asegurado que "los españoles dormimos igual si nos gobierna un rey o una reina, pero no dormimos igual si nos falta un hijo en casa".
Precisamente, el pasado sábado 21 los familiares de Marta encabezaron una manifestación multitudinaria en Madrid bajo el lema "Todos somos Marta. Endurecimiento de condena. Plataforma caso Marta. Referéndum por la cadena perpetua". La madre de la adolescente tampoco pudo aparecer públicamente en esa ocasión. Le “faltan fuerzas", ha comentado Antonio, ya que su esposa sufre "altibajos", tras este duro mes de incertidumbre, sin que todavía se haya encontrado a la joven.
Un mes sin Marta
El día de hoy ha sido especialmente difícil para los allegados de la adolescente, ya que hoy se cumple exactamente un mes de su desaparición. Un triste aniversario en el que las labores de búsqueda de la joven en el río Guadalquivir no han dado resultados.
Antonio ha alabado el trabajo de los cientos de agentes de las Fuerzas de Seguridad por encontrar el cuerpo de su hija, pero ha asegurado también que aunque “lo han hecho bien, yo como padre me desespero”. La búsqueda dura ya once días, desde que Miguel, ex novio de la chica, confesara haberla asesinado y haber arrojado su cuerpo al río.
El rastreo se está realizando minuciosamente, palmo a palmo, en los 80 kilómetros que van desde el puente donde supuestamente Miguel tiró el cuerpo de la joven ayudado por dos amigos hasta la desembocadura del río. Hoy mismo se ha acotado una nueva zona, hay perros holandeses entrenados para ayudar en este tipo de casos y se están estudiando los movimientos de las corrientes del agua que hubo aquel fatídico 24 de enero.