De la feliz noticia a la polémica: el nacimiento de los octillizos desata un debate ético y moral en Estados Unidos
Se ha confirmado que la mujer que dio a luz el pasado día 26 de enero a octillizos, tiene otros seis hijos / La opinión pública estadounidense debate sobre las técnicas de reproducción asistida
Ya conocemos su nombre: Nadya Suleman. Tiene 33 años, está soltera, en paro y es madre de 14 hijos. Su caso saltó a la prensa de todo el mundo cuando la semana pasada dio a luz a ocho bebés en un hospital de California (Estados Unidos), y en un primer momento se hablaba de un feliz “milagro”.
Ahora las tuercas se han dado la vuelta y al conocer la autentica historia de Nadya, a lo largo de todo el país se ha levantado toda una polémica sobre las limitaciones y la ética aplicables a los tratamientos de reproducción asistida. Lo que se preguntan los estadounidenses es cómo es posible que una joven madre soltera que ya tenía seis niños pudo beneficiarse de una fecundación in vitro.
La comunidad médica, escandalizada
"La prensa vio el nacimiento de los octillizos como un evento feliz, “pero tal cantidad de recién nacidos no debería ser considerado jamás como un éxito médico", ha asegurado Sean Tipton, portavoz de la American Society of Reproductive Medicine (ASRM), el comité profesional encargado de cuestiones éticas sobre tratamientos de fertilidad.
Algunos facultativos llegan aún más allá: "Se trata de un fracaso total, que refleja muy mal nuestro trabajo". Son las palabras del doctor Suleena Kansal Kalra, especialista en endocrinología reproductiva en la Universidad de Pensilvania, que ha recogido AFP. "La mayoría de los médicos no busca provocar nacimientos múltiples. Implantar tantos embriones en una mujer que es tan joven y que ya tiene niños es totalmente irresponsable".
Así pues, un médico podría formar parte de la decisión de cuántos hijos tiene una mujer. Una posibilidad inquietante, ya que "esto implicaría que alguien decida quien tiene derecho a tener hijos, cuándo y por qué. Se trataría de una evolución mayor y no estoy seguro de que estemos listos a dar ese paso", agregó el doctor Suleena Kansal Kalra.
Una decisión conflictiva para muchos médicos. El USA Today recoge las declaraciones del doctor Robert Stillman, quien asegura que "nosotros no estamos, ni debemos estar, en la posición de decidir quiénes van a ser buenos padres o cuántos hijos queremos que tengan".
El sistema sanitario estadounidense favorece este tipo de sorprendentes casos. Existe un cierto vacío legal, ya que la sanidad pertenece casi exclusivamente al sector privado. Una situación que deja las responsabilidades de este caso en manos del propio hospital donde se efectuó la fecundación.
Los bebés, lo realmente importante
A pesar de toda la polémica ética y moral que rodea al tema, no hay que olvidar que al final los bebés son los protagonistas de esta historia y que muy probablemente tengan dificultades para desarrollarse con normalidad.
Para el obstetra Harish Sehdev, del Hospital de Pensilvania, la decisión de implantar ocho embriones en Nadya demuestra "ignorancia". Los nacimientos múltiples son muy a menudo prematuros: los ocho bebés nacidos la semana pasada apenas superaban el kilo y medio, los mayores, y nacieron con 10 semanas de antelación. Una situación complicada para los pequeños, que pueden sufrir problemas a nivel pulmonar, intestinal y neurológico o incluso padecer una ceguera.
"Cuando se produce una cosa como esta, rezamos para que los niños y la madre salgan bien, pero lo que me inquieta es que la prensa se alegre porque otras personas también puedan querer tener ochos bebés de un golpe", ha agregado a AFP este doctor.
Los problemas de criar a 14 hijos al mismo tiempo
Amigos y familiares de Nadya han confirmado que es una mujer obsesionada con la maternidad. Hace unos años estuvo casada pero no tuvo ningún hijo con su marido. Fue un tiempo después cuando empezó su obsesión por los bebés. La madre de Nadya, y abuela de los 14 retoños, Angela, ha excusado a su hija diciendo que ella “solamente quería tener una niña más”.
El caso es que la mamá ya tenía seis niños, de entre 2 y 7 años, y según la prensa estadounidense, uno de ellos padecería autismo. El otro foco del debate, en este caso, en el ámbito personal, está en si Nadya debería haber podido tener tantos hijos o no. Ha podido hacerlo, pero las dificultades a las que se enfrentará en el momento en que todos reciban el alta son muchas.
Educar a 14 niños al mismo tiempo es una proeza difícilmente alcanzable. Nadya, sin trabajo conocido, tendrá que afrontar numerosísimos gastos para todos sus niños: un seguro médico, ropa, alimentación, escolarización y muchas otras cosas que requiere criar a un hijo. Una multimillonaria suma que no se sabe cómo conseguirá Nadya, que vive con sus padres, en una situación económica delicada. Cuando reciban el alta y regresen a la casa familiar, se las tendrán que arreglar en los únicos tres dormitorios con los que cuenta la vivienda, en la localidad de Whittier, cerca de Los Ángeles.
La película no tardará en llegar
Los detalles de la concepción y del nacimiento de los octillizos todavía no se han dado a conocer, pero la ASRM ha abierto una investigación. Pero si Nadya se refugia tras el secreto médico y solicita a su doctor no cooperar con la investigación nadie sabrá lo que realmente pasó.
La ya famosa madre ha contratado a una oficina de relaciones públicas para negociar los derechos de la historia con varios editores. "Contará por qué quiso tener ocho niños cuando hayamos aceptado una oferta", según ha indicado un responsable de la firma. Quién sabe, quizá pronto veamos la historia en la gran pantalla.