La cuenta atrás para que Barack Obama se convierta en el presidente número 44 de la historia de Estados Unidos ha comenzado este fin de semana. Será mañana martes, en el Capitolio de Washington, cuando el presidente electo jure su cargo y sea investido en un acto sin precedentes al que se espera que asistan más de dos millones de personas. Al igual que hiciera el presidente Abraham Lincoln, figura histórica que admira, el sábado Obama recorrió en tren y con su familia el trayecto desde Filadelfia a Washington, donde le esperaban miles de personas. Ese mismo día su esposa, Michelle, cumplía 45 años, por lo que en uno de los vagones se celebró una improvisada fiesta en su honor. En Baltimore, una de las paradas del trayecto, un grupo de periodistas también quiso organizar una fiesta para la futura Primera Dama.
Con motivo de la toma de posesión, durante estos días se ofrecerán en la capital estadounidense multitud de conciertos y fiestas en homenaje al primer Presidente afroamericano de Estados Unidos. Para ir calentando motores, y rodeado por grandes medidas de seguridad, ayer domingo se celebró un concierto gratuito masivo que fue retransmitido por televisión al que asistieron alrededor de 400.000 personas, entre ellas algunas de las estrellas más famosas del cine y de la música. Frente al monumento en memoria del presidente Lincoln cantaron artistas de la talla de Beyoncé, Bono de U2, Bruce Springsteen, John Mellencamp, Usher, Shakira, Jon Bon Jovi, Stevie Wonder o Mary J. Blige, entre otros.
Además, gran parte de Hollywood se trasladó hasta la capital para rendir tributo a Obama. Así, numerosos rostros conocidos de la gran pantalla como Tom Hanks, Denzel Washington, Marisa Tomei, Forest Whitaker, Jack Black, Steve Carell o Jamie Foxx, así como al golfista Tiger Woods, leyeron poemas y pronunciaron discursos en tributo a pasados presidentes como Franklin Roosevelt, Dwight Eisenhower o John F. Kennedy.
Bruce Springsteen fue el encargado de abrir el concierto con The Rising, canción que compuso tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Washington y Nueva York. Stevie Wonder, Usher y Shakira cantaron el tema Higher Ground del compositor invidente. Bono de U2, por su parte, interpretó la canción In the name of love y recordó que no sólo América sino también el resto del mundo tiene puestas las esperanzas en Obama. Sheryl Crow, Herbie Hancock y will.i.am interpretaron juntos el tema One Love, mientras que Beyoncé puso el broche final cantándole a Obama el himno patriótico America the beautiful con la ayuda de Mary J. Blige, John Legend, John Taylor, Stevie Wonder y Usher.
Obama y su familia –su esposa, Michelle, y sus hijas, Malia (que inmortalizaba el histórico momento con su cámara de fotos) y Sasha- disfrutaron durante más de cuatro horas del recital junto al vicepresidente Joe Biden y su esposa, Jill, desde un palco blindado ubicado a la derecha del monumento a Lincoln. Fue en este mismo lugar donde Martin Luther King pronunció su inolvidable discurso por los derechos civiles y donde ayer Obama quiso dirigirse a la nación una vez finalizado el recital, pidiendo ayuda para poder cumplir sus promesas: “Juntos podemos continuar como una nación y un pueblo el legado de nuestros antepasados, juntos podemos lograr cualquier cosa. No hay obstáculo que pueda interponerse en el camino de millones de voces que exigen un cambio”, declaró el próximo Presidente de Estados Unidos.
Los latinos también celebran a Obama
Por la noche era el turno de las estrellas latinas de Estados Unidos para celebrar la llegada al poder de Barack Obama. Tras asistir al concierto en el Lincoln Memorial, Shakira se cambió de vestido para asistir a la Gala Latina Inaugural 2009 que tuvo lugar en Union Station en homenaje al próximo Presidente estadounidense. Junto a ella, figuras del panorama artístico hispano como Alejandro Sanz, Jennifer López y Marc Anthony, Rosario Dawson o Paulina Rubio junto a su marido, Nicolás Vallejo-Nágera, desfilaron engalanadas con sus mejores joyas y vestuarios encantados de poder ayudar a financiar con este evento la promoción del que será el primer museo latino nacional en Washington.