El momento en que conocemos a nuestra media naranja es uno de los más importantes en nuestra vida. Nada mejor que una cena para conocerse mejor, charlar en intimidad y coger confianza. Los españoles somos románticos, sí, y nos decantamos por un restaurante tradicional y elegante en esta primera cita.
La tendencia europea es la misma: el 35 por ciento de las nuevas parejas decide salir a cenar a un sitio elegante y tradicional para comenzar a conocerse. Así se desprende del informe “Amor y Comida” publicado por el portal Meetic, y que estudia las preferencias étnicas entre 5.000 europeos de cinco países.
Se nos conquista por el estómago
El estudio subraya que a los europeos se les conquista “a través de la comida”. Y qué mejor manera de comenzar un noviazgo que con una cena agradable en un lugar tranquilo. Solamente un 14 por ciento decide cocinar para su pareja en esta señalada ocasión, quizá por temor a que el menú no salga perfecto: es una opción más personal, pero, tal y como advierte el estudio, “también más arriesgada, especialmente si uno no tiene las habilidades de Ferrán Adriá o Sergi Arola". Tampoco abundan los que acuden con su media naranja a casa de unos amigos a cenar, solamente los franceses se decantan por esta opción. Por algo Francia tiene fama de gastronomía exquisita.
Llama la atención que para los británicos la opción más "romántica" para esta velada son las típicas tapas españolas. Los italianos, por su parte, son los más inclinados a cocinar ellos mismos e impresionar a su pareja.
Los alimentos más románticos
En este punto, cada uno tiene sus preferencias. Casi siete de cada diez británicos señalan el chocolate como un alimento muy romántico, y, por su parte, los franceses aseguran que no hay nada más romántico que las burbujas de un buen champán.
El estudio revela que en esta primera cita los postres y dulces son muy importantes a la hora de sorprender a nuestra media naranja. Además, en los países mediterráneos se presta una especial atención al vino, como un elemento elegante, y también, una herramienta de seducción: el 66 por ciento de los nuevos novios confía en un buen caldo para acompañar a la cena.