Así lo ha confirmado la representante de Madonna, Liz Rosenberg, a la agencia de noticias The Associated Press mediante un e-mail, en que dice que la pareja ha decidido divorciarse y pide que se respete su privacidad.
"Madonna y Guy Ritchie se divorcian de mutuo acuerdo después de siete años y medio de matrimonio. Ellos piden que los medios mantengan el respeto hacia su familia en estos tiempos difíciles", dice la representante.
Al parecer, en las próximas veinticuatro horas la cantante podría emitir otro comunicado a los medios.
Varios diarios británicos aseguran que la pareja quería anunciar el divorcio una vez que terminaran las Navidades, cuando la reina del pop tiene previsto finalizar su gira, Sticky & Sweet mundial en Brasil.
Antes del verano muchos diarios británicos apuntaban a que la noticia de su ruptura sería inminente y que habían visto a Madonna visitando a la prestigiosa abogada Fiona Shackelton, quien llevó el millonario divorcio de Paul McCartney. Pero en aquel entonces, la representante de la artista no tardó en enviar un comunicado en el que aseguraba que no tenían planes de divorcio. Su aparición el mes pasado en el estreno en Londres de la última película dirigida por Ritchie, RocknRolla, también hizo disipar los rumores de su crisis matrimonial, ya que se mostraron muy cariñosos. Pero finalmente han decidido seguir caminos separados.
La pareja contrajo matrimonio en diciembre de 2000 en un espectacular castillo en Escocia. Tienen dos hijos en común: Rocco, de ocho años y David Banda, de tres, natural de Malawi, cuyos trámites de adopción terminaron en 2007. Madonna también es madre de otra niña, Lourdes María, fruto de su relación con el que fuera su entrenador personal, Carlos León.
Un divorcio millonario
Sin duda, Madonna y Guy Ritchie protagonizarán uno de los divorcios más caros de la historia, ya que la artista es una de las mujeres más ricas del mundo. Según la prensa británica, la pareja ha cosechado en sus años de matrimonio una fortuna de alrededor de cuatrocientos millones de euros, -la gran mayoría ingresos de la cantante- , con los cuál, ella tendría que pagar al cineasta poco más de 190 millones de euros por poner fin a su matrimonio.