Benicio del Toro asistió el pasado sábado al entierro de su madrina, Sarah Torres Peralta, que falleció a los 85 años a causa de un ataque al corazón. Vestido de riguroso luto y ocultando el dolor bajo unas gafas de sol, el actor quiso dar el último adiós a su "segunda madre", la mujer que cuidó de él y le crió a raíz de la muerte de su madre cuando sólo contaba con nueve años de edad.
En las honras fúnebres, que tuvieron lugar en San Juan de Puerto Rico, Benicio quiso resaltar que su madrina fue quien le enseñó a soñar y quien le ayudó a convertirse en quien hoy es. "Si en algún momento yo he trasmitido alegría a alguien aquí en Puerto Rico o en cualquier parte del mundo que le den las gracias a ella", manifestó el ganador de un Oscar quein destacó la bondad y elogió su trayectoria como abogado. "Yo no haría lo que estoy haciendo hoy si no fuera por ella. Ella me inculcó a mí que soñar es querer", añadió del Toro quien ayudó a trasladar el ataúd con los restos mortales de su madrina. "Ella no estaba enferma. Me ha cogido por sorpresa. ¿Cómo puedes decirle adiós a una persona que te conocía antes de nacer. Va a ser bien difícil", se lamentó.
En plena promoción de su película Ché, el argentino, tuvo que cancelar su presentación en el festival de Morelia, en México. Benicio, sin embargo, hoy partirá hacia Estados Unidos para asistir al Festival de Nueva York.
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