Por la OCU
Es automático: sube la temperatura y nosotros subimos la potencia del aire acondicionado. Esta reacción lógica es en realidad un círculo vicioso, ya que cuanto más aumentan las temperaturas, más necesitamos el aire frío, y cuanto más encendemos el aire acondicionado, más calor hace. Y es que los aparatos acondicionadores tienen también un efecto caluroso: hacia la atmósfera, porque emiten CO2 y otros gases de efecto invernadero, y hacia nuestro alrededor, ya que recalientan el exterior.
Impacto del aire acondicionado
Aparte del elevado consumo de energía, estos equipos vierten una gran cantidad de dióxido de carbono y los gases refrigerantes que emiten destruyen las moléculas de ozono de la atmósfera. Además, la calidad del aire que respiramos empeora, ya que no lo renovamos, de ahí las típicas afecciones a la garganta de estas fechas.
Cómo estar fresco sin encender el aire: trucos para hacer de tu casa una vivienda 'bioclimática':
- Aprende a utilizar la ventilación. Es la principal alternativa natural al uso de este tipo de equipos. Un ventilador es un buen aliado en verano: no reduce la temperatura pero sí hace circular el aire más rápido y ayuda al cuerpo a refrescarse. Entre media mañana y media tarde asegúrate de cerrar puertas y ventanas, y cuando la temperatura exterior comience a bajar, aprovecha para abrirlas y crear corriente.
- Disminuye las fuentes de calor. Mira a tu alrededor y seguro que encuentras varios aparatos eléctricos encendidos. Muchas causas del calor que hace en una casa están dentro de la propia vivienda. Limita el uso de televisores, electrodomésticos y ordenadores a lo necesario, así ahorrarás en tu factura de electricidad y evitarás fuentes de calor. Y fíjate en las bombillas que utilizas: si sustituyes las tradicionales incandescentes por otras de bajo consumo, ayudarás a ahorrar el vertido de unas 6,5 toneladas de dióxido de carbono al año. Bombillas que el Gobierno quiere retirar en un plazo de tres años.
- Protege las ventanas del sol, con toldos y persianas de color claro y comprueba que los marcos aíslan bien del exterior. De paso, evitarás los ruidos del exterior.
- Aprovecha la vegetación. Como no podía ser de otra forma, toda casa 'bioclimática' está rodeada de plantas. Rodeada y no llena, ya que la vegetación exterior da sombra, incrementa la cantidad de oxígeno y crea frescor, pero sin embargo las plantas interiores aumentan la humedad ambiental y la sensación calurosa.
En la oficina, sin corbata y a 24 grados
Nuestro consumo de aire acondicionado es más de tres veces el de1990, y la cifra va en aumento. Tanto es así que este verano el propio Ministerio de Industria recomienda quitarse la corbata siempre que sea posible y ha puesto el aire acondicionado del edificio en 24 grados para todo el verano. El objetivo es ahorrar luz y concienciar sobre un uso responsable de estos aparatos. Tal y como informa el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), por cada grado de temperatura que se aumente, el ahorro energético es del 7 por ciento.