Cuando Riyo Mori supo que había sido elegida Miss Universo 2007 "casi tengo una ataque al corazón", en sus propias palabras. De eso ya han pasado cuatro meses y la bella estudiante de danza japonesa ha sabido adaptarse a su nueva vida en Nueva York. No le ha sido difícil porque era una ciudad que conocía muy bien y donde había pasado algunos meses con anterioridad, habla perfectamente inglés y, sobretodo, desde que era niña soñaba con ser elegida Miss Universo.
Riyo, de veintiún años, mantiene el blog que creó cuando fue elegida Miss Japón y aunque ahora sus entradas son menos frecuentes, intercambia algunos mensajes en japonés con otros en castellano. En él nos hemos enterado que sigue sin novio, que le resulta inevitable llegar siempre tarde y que se siente muy orgullosa de la fotografías que le ha hecho Fadil Berisha para la organización del certamen que preside Donald Trump y que son las que acompañan estas líneas. Riyo posa peinada como una moderna geisha y con un bikini de Gucci, la firma italiana que también eligió para convencer al jurado en su último pase en Miss Universo de que ella tenía que ser la ganadora de la corona y lo consiguió.