Es una mujer de palabra y cumplió su promesa. Kirstie Alley abrió el albornoz y enseño en televisión su cuerpo en bikini para alardear de su recuperada figura un año después de que la todopoderosa Oprah Winfrey la retara. Entonces la actriz pesaba 100 kilos, ahora 66. Vamos que sólo hace falta una sencilla resta y el resultado es 34.
Sonaba en el plató del talk-show más visto de la pequeña pantalla estadounidense canción "Brick House" de los Commodores de fondo, cuando Kirstie, que cumplirá 56 años dentro de dos meses, apareció sobre el escenario dispuesta a lucirse. Y es que, no hace mucho, ella misma protagonizaba una serie con el nombre de ‘Actriz Gorda’ (sobre una actriz que consigue trabajo gracias a su gordura). Ha sido precisamente esta su mejor terapia para adelgazar. Producida por lShowtime, duró sólo una temporada, pero fue suficiente para ayudar a Alley a recuperar sus costumbres alimenticias, su figura y su autoestima.
La actriz, cuyo rostro se hizo muy popular al participar en la serie Cheers confesó durante la entrevista que a los treinta años no habría tenido el valor de mostrarse en bikini pese a que era delgada: "Creo que las mujeres nunca sentimos que somos lo suficientemente buenas. Nunca creemos que somos lo suficientemente delgadas, guapas o inteligentes... Pero sí lo somos". Y añadió: ""Tengo 55 años y pensé, '¡vamos!, somos buenas y lucimos lo suficientemente bien. Y no somos (sólo) nuestros cuerpos'". "Espero que las mujeres se sientan bien con ellas mismas, que se vean como quieren verse".
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