La famosa cantante Enya aún se recupera del mayor susto de su vida. Y es que la compositora irlandesa sufrió hace unos días la intrusión de un acosador, que burló la seguridad de su casa y se coló en ella en busca de la cantante.
Según ha revelado la policía, después de atar a una sirvienta, el intruso permaneció dos horas buscando a la cantante por su castillo de los suburbios de Killiney, al sur de Dublín. Afortunadamente, Enya no sufrió ningún daño, ya que tuvo tiempo de esconderse en una habitación de seguridad y desde allí llamar a la policía. Tras activar la alarma, el invasor escapó con algunos de los objetos de la casa.
La habitación del pánico La famosa cantante irlandesa, de 44 años, estuvo encerrada en su particular habitación del pánico durante las dos horas que el intruso permaneció dentro de su mansión. Sin embargo, no es la primera vez que es acosada en su casa. Una semana antes del incidente, la policía arrestó a un hombre inglés que se encontraba en los jardines de su castillo. Además, en 1996, un italiano de treinta y un años se apuñaló frente al pub County Donegal, propiedad de los padres de la multimillonaria cantante.
Tras estos incidentes, la estrella de la música, que guarda una prestigiosa reputación por preservar en gran medida su intimidad, ha decidido incrementar las medidas de seguridad de su hogar.
Aviso a otras estrellas irlandesas La casa de Enya no ha sido la única vivienda invadida recientemente en los suburbios de Killiney. Poco antes del incidente, el vecindario irlandés sufrió un gran susto cuando dos individuos, armados con pistolas y baras de hierro, invadieron la lujosa casa de Cormac OConnell, propietario de una cadena de farmacias de Dublín.
Ante estos hechos, la policía ha alertado a otras estrellas que viven en los alrededores, como Van Morrison o Bono y The Edge, miembros de U2, para que vigilen su seguridad. A esto hay que sumar el intento de secuestro que hace un tiempo sufrieron los hijos de David y Victoria Beckham. La situación ha provocado un replanteamiento sobre la seguridad de Irlanda, después de saberse que existen bandas criminales del este de Europa con enlaces en el país.