Dice haber aprendido. Hay que evitar pregonar los asuntos personales a los cuatro vientos. Tal es la conclusión a la que llega Gwyneth Paltrow en una entrevista concedida a la revista "Time" en la que por primera vez se atreve a opinar sobre la ruptura matrimonial de su ex novio, Brad Pitt, y Jennifer Aniston: "Hoy todo sería mucho más fácil ellos si no hubieran hablado tanto", asegura. La protagonista de Shakespeare enamorado mantuvo un noviazgo de dos años con el actor, y llegaron a estar comprometidos, aunque finalmente no hubo boda: "Aprendí mi lección a los 24", añade sobre su relación.
Hoy, casada con el líder de Coldplay, Chris Martin, y madre de una niña, Apple, de dieciséis meses, Gwyneth prefiere mantener una vida discreta y alejada de los medios de comunicación. Ni siquiera paseó por la alfombra roja de los Oscar con él:"¿Para qué iba a traerlo?", señaló en su momento. "Nuestro matrimonio es cosa nuestra. Si decidimos seguir juntos o no, es asunto nuestro", añade enfática en la citada entrevista. No como Brad Pitt, que aún casado, no se privó de decir: "No estoy seguro de si está en nuestra naturaleza estar con alguien por el resto de nuestras vidas".
En otro orden de cosas, cabe decir que según ha publicado la prensa británica, Gwyneth y su marido han decidido comprarse una casa en Los Ángeles (ya tienen una en Nueva York) y mudarse de Londres, donde viven en una mansión valorada en cinco millones de dólares al norte de la ciudad, por temor a que se repitan atentados terroristas como los que asolaron la ciudad el pasado 7 de julio
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