Ni en un lujoso hotel, ni en su mansión de Beverly Hills, como se venía especulando desde que anunciara su compromiso el pasado junio. Britney Spears ha lanzado un nuevo golpe de efecto casándose antes de los previsto con su novio, el bailarín Kevin Federline y sorprendiendo a su propia familia que ya se llevó un susto el pasado enero cuando después de una noche de fiesta en Las Vegas contrajo matrimonio con Jasón Alexander, un amigo de la infancia (como se recordará, la unión fue anulada en 55 horas).
Según han informado varios programas de la televisión estadounidense, la ceremonia, a la que asistieron entre veinte y treinta invitados, tuvo lugar el pasado sábado hacia las siete y media de la tarde en una mansión privada de Studio City, al noroeste de Los Ángeles, concretamente en la residencia del modisto que diseñó el esmoquin de Federline y se celebró por el rito de la Cábala. Al parecer la madre de la artista, Lynn, su hermana menor, Jamie Lynn, y otros familiares pensaron hasta el último momento que iban a asistir a una cena de compromiso previa al enlace previsto para el próximo noviembre. Britney lucía un vestido blanco de tirantes de la diseñadora Monique L'Huillier con un largo velo sujeto por una diadema y un ramo nupcial compuesto por rosas de color blanco y rosa. La acompañaron hasta el altar seis damas de honor que portaban rosas rojas y begonias. Tras intercambiar las alianzas, los recién casados bailaron al son de "City by the bay" para después degustar con sus invitados el banquete nupcial compuesto por fingers de pollo, tarta de cangrejo, costillas y ensalada Waldorf. Después la fiesta continuó en el club Xses, donde los invitados se pagaron sus propias consumiciones.
La noticia del enlace ha sido confirmada por el portavoz en Londres de Jive Records, la casa de discos de Britney Spears, aunque no se ha especificado ningún detalle: "Sí, puedo decir que la feliz pareja se casó ayer". Nicole King, la portavoz dela firma BWR Public Relations que representa a la cantante, declinó sin embargo hacer ningún comentario al respecto.
La pareja había celebrado la semana pasada sus respectivas despedidas de solteros: Britney celebró con una fiesta de tres días de duración en le hotel Fairmont de Santa Mónica, mientras que Kevin eligió su restaurante favorito, el Houston, también en Santa Mónica, para cenar con sus amigos y familiares. Recientemente la cantante había expresado su deseo de fundar una familia y ser madre pronto: "Voy a intentar quedarme embarazada en la noche de bodas porque quiero ser una madre joven".