Con más de 350 invitados, y un presupuesto cercano a los 400 millones de pesetas, Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones celebraron su esperada boda en el hotel Plaza de Nueva York.
La pareja, que el pasado mes de agosto tuvo un hijo, Dylan, estuvo acompañada por numerosos amigos, muchos de ellos personajes famosos de la industria del cine como Jack Nicholson, Danny DeVito, Michael Caine, Anthony Hopkins, Christopher Reeve, Sean Connery, Goldie Hawn, Russell Crowe y Meg Ryan.
La novia lució un vestido de Christian Lacroix, en raso duquesa color marfil con una larga cola en encaje de Chantilly. Todo el vestido iba bordado delicadamente con cristales diminutos que reflejaban la luz de las velas cuando ella se movía. En su cabello, sujeto con un moño, llevaba un velo prendido con un broche en forma de herradura lleno de diamantes. Catherine portaba un ramo de flores a juego con las que decoraban el salón.
Según ha podido saberse, Michael Douglas, que tuvo por padrino de boda a su hijo Cameron, de 21 años, le ha regalado a Catherine un yate de 286 millones de pesetas que ya está amarrado en Mallorca y se llama, en español, Zeta Bonita.
Al día siguiente de la ceremonia, Michael y Catherine salieron por una puerta auxiliar, con el fin de pasar inadvertidos, para iniciar su viaje de luna de miel. Su destino era desconocido pero no sería de extrañar que aparecieran por Mallorca para descansar en su casa de SEstaca.