A sus 22 años, este almeriense de sonrisa franca, rizos de oro y garganta prodigiosa ha conquistado al público a ritmo de canciones que ha sabido llevar siempre a su terreno, lo que le ha valido el reconocimiento del jurado durante todo el programa. Junto a Chenoa, ha sido el único concursante que no ha recibido ninguna nominación del jurado para abandonar la Academia. La pasarela de Operación Triunfo ha sido su definitiva rampa de lanzamiento y pronto viajará a Miami para grabar su primer disco
Su voz, unida a su atractivo físico, le están convirtiendo en un auténtico ídolo, algo de lo que sólo comenzará a darse cuenta ahora, cuando, una vez fuera del concurso, comience a tener contacto real con el público. Decidió dejar los estudios, sus padres le apuntaron a un curso de taller forestal y acabó trabajando en un vivero, pero se enteró de que buscaban un cantante para una orquesta y no dudó en presentarse a las pruebas.
Siente verdadera pasión por su profesión, algo que ha demostrado en cada una de sus actuaciones, decantándose desde el inicio como uno de los favoritos. Es el único de su familia que tiene vena artística y ésta piensa que es una persona "muy responsable y cariñosa. Bromista y muy buen amigo, es un chaval feliz y luchador. Le encanta gastar dinero -se acaba de comprar un piso- y le vuelven loco los rollitos de primavera. Juega a fútbol, organiza campeonatos de dardos -es un maestro- y pone a prueba su fortaleza física con largos y duros recorridos en bicicleta. Si, David quiso ser ciclista antes que cantante e incluso formó parte del equipo juvenil del Yoplait de Almería.