Entre miles de curiosos y con el mar Mediterráneo de fondo, Nicole Kidman llegó a Cannes -es la tercera vez que la actriz asiste al festival, pero la primera que lo hace sin Tom Cruise- demostrando, una vez más, que sabe cómo encandilar. Pelo suelto al viento y un ajustado vestido oriental con bordados en tonos rojos, fueron ingredientes más que suficientes para dar color a un certamen que ha abierto sus puertas con el glamour al que nos tiene acostumbrados.
Con un espectacular traje negro
Escoltada por el director de Moulin Rouge, el australiano Baz Luhrmann y por su compañero de reparto, Ewan McGregor, la estrella de Hollywood subió las escaleras del Palacio de Festivales encandilando al público y a la prensa con cada uno de sus pasos. Nicole Kidman -esta es su primera gran aparición pública tras su separación- agradeció a los medios de comunicación que se evitaran preguntas de carácter personal y privado. Consciente de su estrellato, la actriz ha dejado de lado los difíciles momentos que está atravesando y se ha entregado en cuerpo y alma a la promoción del filme: "Si las circunstancias de la película hubieran sido distintas, quizá no abría venido. Sin embargo, esta cinta tardó mucho en realizarse y estoy muy orgullosa de ella. Quiero hacer el esfuerzo de promocionarla porque no es el tipo de película que la gente va a ver si no se insiste". Se mostró sonriente, relajada y amable y recordó las razones por las que se atrevió con un papel tan exigente, en el que no sólo interpreta, también canta y baila: "Yo sabía que esta película podía cambiar mi carrera porque no llega a menudo la oportunidad de cantar, bailar y hacer reír al mismo tiempo".
Laetitia Casta, inspiración oriental
Horas más tarde, Nicole Kidman volvió iluminar La Cruisette con su presencia, envuelta en un espectacular traje negro del diseñador francés Yves Saint-Laurent. La actriz daba así el pistoletazo de salida a uno de los festivales más prestigiosos del mundo. La gala de apertura congregó a numerosos rostros conocidos; en la alfombra roja no faltaron otros astros: Laetitia Casta derrochó belleza con un vestido de inspiración japonesa y Andie McDowell supo mostrar nuevamente su elegancia. Chiara Mastroianni, Rupert Murdoch, Ewan McGregor y su esposa Eve, Julia Ormond o Y, como reina de la velada la presidenta del jurado, Liv Ullman -Jodie Foster tuvo que rehusar la invitación de la organización por encontrarse en pleno rodaje de la nueva película de David Fincher- que supo ejercer de perfecta anfitriona. Hasta la clausura del Festival, el próximo día 20, desfilarán por la Riviera Francesa multitud de rostros, Melanie Griffith, que recibirá un homenaje, y Antonio Banderas, Sean Penn, Isabella Rossellini, Myke Myers o Jack Nicholson, entre otros.