La Semana de la Moda de Nueva York ha cerrado sus puertas después de unos intensos días cargados de desfiles.
En la última jornada del prestigioso evento norteamericano estuvieron presentes los diseñadores Calvin Klein y Donna Karan, dos de los clásicos neoyorquinos, que pusieron el broche de oro a una semana marcada por la calidad de las colecciones y la innovación.
Calvin Klein y Donna Karan, muy queridos en su ciudad, lograron seducir al público asistente con unas prendas dirigidas a una mujer sensual y muy femenina.
El primero ofreció una colección de negro intenso, con diseños limpios y sexys, pensados especialmente a un público muy joven. El rey del minimalismo ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, mucho más barrocos que los primeros años 90, cuando él triunfo.
Junto a unas sensuales piezas de lencería, el modisto presentó su nueva colección de vaqueros, camisetas, jerseys y cazadoras, además de unos sofisticados conjuntos de noche.
Los minivestidos y los pantalones muy estrechos para la mujer fueron uno de los puntos fuertes de su presentación.
Una mujer bohemia
La diseñadora estadounidense apostó para el otoño-invierno 2001-2002 por una mujer bohemia y provocadora.
El lujo fue la nota más característica de sus diseños, entre los que destacaron los vestidos de noche, elaborados con combinaciones de tejidos.
Tampoco faltó en su colección la ropa interior, como era de esperar en la famosa inventora del body.
De esta forma concluía una de las pasarelas internacionales más importantes, por la que han pasado con sonado éxito los diseñadores españoles Manu Fernández, Miguel Adrover y Custo Barcelona.