El quinteto norteamericano no se conforma con los 55 millones de copias vendidas de sus tres últimos discos, quieren que su nueva entrega Black and Blue sea un bombazo en todo el mundo. Para eso el grupo se embarcó en un jet 373 en Estocolmo. Durante las 100 horas siguientes la banda presentó su último trabajo en Tokio, Sydney, Ciudad del Cabo, Río de Janeiro y Nueva York. Han dado la vuelta al mundo en cuatro días y medio. En cada una de estas ciudades dieron una rueda de prensa a la que acudieron medios de comunicación de todas las ciudades más importantes de ese continente. Así desde Suecia hasta Japón se han enterado del lanzamiento del nuevo disco de los Backstreet Boys.
En el encuentro con los periodistas, que tuvo lugar en Estocolmo, antes de comenzar su particular vuelta al mundo, Kevin llevó la voz cantante: "seguimos juntos en este viaje porque queremos sobrevivir al test del tiempo y cerrar así las bocas que nos pronosticaron una vida efímera". Nick aportó el lado sentimental: "La banda es mi familia. He pasado con ellos los años más importantes de mi vida. Son mis hermanos". El quinteto actuó en la entrega de los premios europeos MTV, en la que ha ganado el galardón al mejor grupo. Los chicos de Orlando anunciarán próximamente las fechas de su gira mundial prevista para el año 2001.