La Inteligencia Artificial (IA) está revolucionando el panorama de los tratamientos de reproducción asistida, haciendo que sea mucho más alentador aún. Tanto es así que, con ella, no solo es más alta la probabilidad de embarazo, sino que además se puede lograr una fecundación exitosa mediante menos ciclos. ¿Cómo lo consigue? La clave está en hacer, antes de recurrir a ella, “una preselección de los mejores embriones”. Una vez hecho esto, después, “mediante la IA, seleccionamos definitivamente aquellos que presentan mayor potencial de implantación”, explica el Dr. Sergi Rovira, Director de Laboratorio de Fertilab Barcelona.

La información que se obtiene de un embrión gracias a la Inteligencia Artificial es sumamente valiosa, pues “permite ver si este tiene cromosomopatías con una tasa de correlación con el diagnóstico genético muy elevada, del 80%”, añade el doctor. Esto permite encontrar riesgos de enfermedades que podría desarrollar el futuro bebé de manera mucho más sencilla en el embrión, mientras que, sin esta tecnología, era necesario biopsiar estos embriones y vitrificarlos para observar los posibles riesgos (es decir, había que extraerles células y manipularlos para corroborar su idoneidad).

Proceso de selección de los embriones más adecuados

Los algoritmos y el Big Data son los encargados de hacer la magia en el proceso de selección embrionaria. Lo que hacen es clasificarlos en función de ciertos parámetros, como su morfología o su ritmo de división celular. Esta clasificación es mucho más precisa que la que pueda llevar a cabo el ojo humano. Sin embargo, a pesar de todas las ventajas que aporta la IA, “el factor humano está muy presente, no todo se basa en la decisión de esta tecnología”, subraya Sergi Rovira. La Inteligencia Artificial aporta precisión y recorta tiempos, pero sigue siendo imprescindible la supervisión humana.

En cualquier caso, no cabe duda de que esta selección automática facilita el proceso y, sobre todo, incide directamente en las tasas de éxito de embarazo a término, pues se eligen -sin necesidad de manipularlos y de manera no invasiva- los embriones con más probabilidad de ser cromosónicamente normales (llamados euploides), es decir, que son más aptos para acabar desarrollándose en el vientre materno. Esta tecnología ayuda, por tanto, a evitar posibles abortos, intentos fallidos o enfermedades genéticas en el bebé.

 

Las posibilidades de la IA en los tratamientos de reproducción asistida a medio plazo

Si bien la IA es determinante ya en los tratamientos de fertilidad, aún puede aportar mucho más. Por el momento hay dos técnicas que se prevé que marquen el futuro a corto y a medio plazo, dando lugar a más posibilidades aún de lograr el ansiado embarazo. Estas técnicas, según el Dr. Rovira, son:

• Sistemas de edición génica: “son sistemas que permiten reparar las alteraciones que puedan tener los embriones, como, por ejemplo, aquellos que porten una enfermedad”. Cada vez se habla más de esta técnica, ya que desempeñará un papel clave a la hora de reparar genes y evitar que los bebés sean portadores de enfermedades.
• La IA en el proceso de fecundación: la idea es que la IA pase a tener un papel importante no solamente en la fase de laboratorio, sino en todo el proceso de fecundación, desde el momento de plantear el tratamiento hasta el momento de escoger cuál es la medicación más adecuada o qué técnicas de laboratorio se ajustan más al proceso. Esto será un importante paso que, previsiblemente, hará que aumenten aún más las tasas de embarazo en los tratamientos de reproducción asistida.