Depresión y embarazo: qué terapias se puede aplicar©GettyImages

Psicología

¿Qué tratamientos emplear para la depresión en el embarazo?

Aunque popularmente se habla mucho de depresión posparto, también hay muchas embarazadas que sufren este problema. ¿Por qué es tan imporante recibir ayuda?

Tanto el embarazo como el posparto son periodos muy vulnerables desde el punto de vista emocional para la mujer. A menudo, el foco se pone en los cambios físicos, pero desde el punto de vista psicológico, la revolución es igual o mayor. Por eso es muy frecuente encontrar gestantes y mujeres en el posparto que conjugan la ansiedad con la depresión, y que llegan a sufrir cuadros mixtos ansioso depresivos.

Esther Ramírez Matos es psicóloga perinatal, formadora en el Insituto Europeo de Salud Mental Perinatal (IESMP) y autora del libro Psicología del posparto (Ed. Síntesis) y de la novela La otra cara (Con M de Mujer), sobre la depresión posparto. Con ella hemos charlado de este tema.

¿Cómo se identifica la depresión en el embarazo?

La sintomatología de una depresión en el embarazo es muy similar a la de una depresión mayor, tal como comenta la experta. Así, se pueden observar estas manifestaciones en la mujer:

  • Cansancio excesivo.
  • Falta de energía.
  • Alteración en el apetito y en el sueño.
  • Labilidad emocional (cambios emocionales).

“Sabemos que este estado puede ser normal durante el comienzo e incluso al final del embarazo, sin embargo, normalmente estos síntomas se acompañan de sensaciones de tristeza y bajo estado de ánimo e incluso sentimientos de culpa por la maternidad, por no sentir que cumplirá las expectativas de la ‘buena madre’, dudar de si se ha equivocado...”, advierte.

También pueden aparecer en este momento:

  • Llanto.
  • Pena constante.
  • Problemas con la autoimagen.
  • Falta de disfrute.
  • Desesperanza.
  • Deseos de hacerse daño.

Para poder diagnosticar la depresión en el embarazo, estos síntomas han de estar presentes más de dos semanas en la mujer.

Mujer deprimida embarazada sentada en la cama©AdobeStock

¿Qué tratamientos pueden darse a la embarazada con depresión?

Socialmente se supone que el embarazo y la llegada de un hijo tienen que ser necesariamente periodos de alegría. Pero no siempre es así. Esta presión hace que muchas mujeres no se atrevan a revelar su estado real y que tarden en pedir ayuda. Por eso, para Esther Ramírez, “el primer abordaje ha de ser siempre la escucha a la madre, proporcionarle un espacio de total comprensión ausente de juicios y en el que se sienta segura para expresarse sin ser estigmatizada”.

Posteriormente, y una vez que se confirma la necesidad de que la gestante reciba tratamiento, debería ser derivada a una psiquiatra perinatal para que haga una valoración médica y descarte otros posibles problemas médicos subyacentes que podrían estar ahí influyendo en el proceso.

Es posible tomar medicación antidepresiva en el embarazo si el médico lo considera conveniente. Pero, además, “el tratamiento psicológico con una psicóloga perinatal será de gran ayuda en el camino. La terapia perinatal da herramientas a la madre específicas para su momento vital”, señala la especialista (www.estherramirezmatos.com).

En este sentido no vale cualquier psicólogo. “No está aconsejado en general el tratamiento con personal que no tenga formación perinatal, ya que este momento tan delicado y de tanta vulnerabilidad ha de ser especialmente tratado con personal formado”, recalca. Las personas instruidas en terapia perinatal (el periodo que va desde antes del nacimento a la etapa siguiente al parto) son las que pueden ofrecer un abordaje más específico y adecuado. De hecho, Esther Ramírez alerta sobre terapias a las que no se debería recurrir y que son aquellas que “pueden llevar a la madre a perderse más, a sentirse más insegura o a infantilizarla”.

Por otro lado, se ha demostrado que el apoyo de los grupos, especialmente los de ‘madre a madre’ “son de una ayuda inestimable” en esta situación.


¿Qué riesgos tiene no tratar la depresión durante el embarazo?

Cuando una mujer pasa por una depresión no tratada durante el embarazo, hay más riesgo de que sufra una depresión posparto y de tener síntomas ansiosos una vez que llega al mundo su bebé.

Además, tal como advierte Esther Ramírez, “puede tener problemas para adaptarse peor a su labor de madre, para valorarse con más baja estima en su nuevo rol. Y pueden aparecer mayores dificultades en la lactancia y en el establecimiento del vínculo con su criatura”.

En los casos más graves, no hay que perder de vista que la depresión posparto puede acabar en suicidio y/o infanticidio.

Por todo ello, es esencial que la embarazada que esté sufriendo una depresión sea tratada por especialistas para ayudarla a superarla. Si se queda embarazada de nuevo, habrá que vigilar su evolución, ya que “las estadísticas nos hablan de mayor probabilidad de que vuelvan los síntomas en siguientes gestaciones”.


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