No siempre es fácil lograr el embarazo de manera natural. A veces, desde el momento en el que una pareja se decide a tener un hijo hasta que logra concebirlo pasan meses (años, en algunos casos), más aún teniendo en cuenta el aumento generalizado en la edad de las mujeres a la hora de embarcarse en la maternidad. Por ello, es fundamental establecer ciertos hábitos para cuidar nuestra salud reproductiva, pero ¿por dónde empezar? Hemos hablado en más de una ocasión de la alimentación y de los nutrientes clave al respecto, pero el deporte también “es un factor que favorece la fertilidad, tanto femenina como masculina, en múltiples niveles”, asegura el Dr. Manuel Fernández Sánchez, ginecólogo y obstetra especializado en reproducción humana y director científico de Clínicas VIDA.

El doctor nos explica que hemos de tener en cuenta que hay múltiples causas de infertilidad, algunas de ellas genéticas, y el deporte, como es lógico, no siempre puede influir, “pero en general, practicar deporte de forma regular y moderada es una manera muy eficiente de cuidar nuestra fertilidad”.

Y no es solo algo que los expertos recomienden porque se trate de un hábito saludable, sino que hay una explicación científica: “físicamente, ayuda a mantener niveles adecuados de peso corporal y, lo que es aún más importante, una mejor proporción y distribución de la grasa corporal”. Y la relación directa de esto con la fertilidad es que “favorece, por ejemplo, la ovulación eficiente en algunas mujeres que tienen alteraciones en los ciclos menstruales asociado a sobrepeso y problemas como el síndrome del ovario poliquístico”, aclara el especialista en reproducción humana.

“También se ha comprobado que las hormonas que secretamos cuando hacemos ejercicio de forma regular, de la familia de las endorfinas, favorecen una disminución del estrés, una mejor actitud y ayudan a tener una vida sexual más sana y activa, tanto en el hombre como en la mujer”. Como cabía esperar, el sedentarismo y la obesidad provocan el efecto opuesto y hacen, por tanto, que disminuya la fertilidad tanto femenina como masculina.

De esta manera, “podemos afirmar que la práctica de deporte de manera regular, que sabemos que aporta enormes beneficios para nuestra salud general, es también una manera excelente de favorecer nuestra fertilidad”.

Los 5 principales beneficios del deporte para la fertilidad

Teniendo en cuenta que está demostrado que el ejercicio físico favorece la fertilidad del hombre y de la mujer, veamos ahora de manera detallada cómo lo hace, según el Dr. Fernández Sánchez y otros expertos de Clínicas VIDA:

• Mantiene el corazón sano. El deporte moderado favorece la circulación de la sangre y fortalece el músculo cardíaco. Como resultado directo, mejora la capacidad del corazón de bombear la sangre a los pulmones y por todo el cuerpo. De igual manera y acompañado de una dieta saludable, el deporte mantiene los niveles de colesterol y azúcar en sangre estables, elementos clave para la actividad reproductiva.
• Combate el estrés. El ejercicio físico hace que liberemos endorfinas, que ayudan a que los niveles de cortisol (considerada la hormona del estrés), disminuyan. Esto hace que nos sintamos mejor y que tengamos menos estrés y que durmamos mejor. Partiendo de que el estrés puede afectar negativamente a la fertilidad, es un aspecto clave a tener en consideración.
• Mejora el descanso. Relacionado con lo anterior, con la liberación de las endorfinas, y con un menor estrés, se encuentra una mayor facilidad para dormir bien y descansar adecuadamente que, a su vez, ayuda a que haya un menor estrés. Una retroalimentación que combate también el bajo estado de ánimo, otra problemáticas muy importante en la actividad reproductiva.
• Fortalece el cuerpo. La actividad deportiva tonifica, y hasta rejuvenece huesos y músculos, siendo capaz de aumentar la resistencia física del cuerpo y de ayudar a controlar el peso. En la búsqueda del embarazo es muy importante mantener al cuerpo sano y fuerte y en un peso saludable, por lo que mantener una rutina activa favorece directamente la función reproductora.
• Regula el sistema hormonal. Otra de las funciones de las endorfinas que produce el cuerpo con la práctica de algún tipo de ejercicio físico es que propician la regulación hormonal que, a su vez, tiene un impacto muy positivo en la ovulación y los ciclos menstruales, puntos cruciales para la fertilidad. “La regulación hormonal es clave para una ovulación adecuada y para una sincronización de todos los aspectos del cuerpo y la mente de una mujer de cara a conseguir un embarazo”, detalla el doctor. “La práctica de deporte de forma moderada y habitual es un excelente regulador del ciclo hormonal, favoreciendo que se re-equilibren la mayoría de estos factores si tienen leves alteraciones”.

Todos estos factores se retroalimentan entre sí, para bien o para mal. Como explica el ginecólogo, el estrés, la alimentación, horarios irregulares con alteración en la relación sueño/vigilia, los cambios bruscos de peso, tanto el sobrepeso o la obesidad como la delgadez extrema, “pueden afectar al complejo equilibrio hormonal encargado de nuestra fertilidad, muy especialmente en la fertilidad femenina”. La buena noticia es que todos ellos mejoran con la práctica deportiva, que es además “un excelente regulador del ciclo hormonal, favoreciendo que se re-equilibren la mayoría de estos factores si tienen leves alteraciones”.