Los tratamientos de reproducción asistida son el gran apoyo al que muchas mujeres con ciertos problemas de fertilidad pueden acudir para lograr el embarazo, objetivo que tiene importantes tasas de éxito. Y se sabe que, dentro de esos tratamientos, la ovodonación (es decir, recurrir a óvulos de donantes) es la solución en los casos más difíciles, como puede ser la menopausia.

Pero ¿qué ocurre cuando se presenta antes de tiempo? Si los síntomas asociados a la menopausia suceden antes de los 40 años, se considera menopausia precoz o prematura, y también recibe el nombre de fallo ovárico prematuro (FOP). ¿Pueden estas mujeres, aún jóvenes, quedarse embarazadas y hacerlo con óvulos propios? Sí, podrían, sometiéndose a un tratamiento centrado en el rejuvenecimiento ovárico.

Esta menopausia prematura, que ocurre en 1 de cada 100 mujeres, se produce por una pérdida de la función ovárica (es decir, por una menor producción y almacenamiento de óvulos en los ovarios), por lo que es esta función la que buscan reactivar los tratamientos de fertilidad a los que se someten estas pacientes

¿Cómo se lleva a cabo el rejuvenecimiento ovárico en la menopausia precoz?

El primer paso es seleccionar “la técnica personalizada que más se adecúe a las características y necesidades de la paciente”, tal y como indica el doctor Manuel Muñoz, director de IVI Alicante. Las técnicas o procedimientos que podrían aplicarse son fundamentalmente tres: infusión de plasma rico en factores de crecimiento, la movilización de las células madre ováricas y el reimplante de tejido ovárico.

1. Infusión de plasma rico en factores de crecimiento (PRFG)

Este plasma procede “de las plaquetas en los ovarios de la paciente, previa extracción de la sangre de las mismas”, explica el doctor. Lo que se hace con este procedimiento es aprovechar “los principios de regeneración del propio organismo”. Según datos de IVI, está dando interesantes resultados en el tratamiento de casos de insuficiencia ovárica prematura y baja reserva ovárica.

2. Infusión de células madre (ASCOT-1)

El tratamiento llamado ASCOT-1 consiste básicamente en “proceder a la movilización de las células madre ováricas, procedentes de la médula ósea, y aprovechar las propiedades de la regeneración del nicho ovárico que estas poseen”. Por tanto, acuden de nuevo a esas propiedades de regeneración del organismo. Este tratamiento, el ASCOT-1, va “combinado con la infusión de plasma rico en factores de crecimiento”, tal y como apunta el director de la clínica. Una vez se hace la extracción de sangre, se procesa la muestra en el laboratorio para su activación y se inyecta a posteriori en el ovario de la paciente con un procedimiento muy similar al que se realiza para la infusión de plaquetas.

3. Reactivación ovárica (OFFA)

Con esta técnica se logra activar los folículos silentes o durmientes -que son la base principal de la reserva ovárica-. Estos folículos son los responsables del desarrollo de los óvulos y, en definitiva, de la gestación; por eso esta técnica busca activarlos. El objetivo es, en concreto, es activar aquellos “que se encuentran en período premadurativo”. Lo hacen a través del reimplante de una muestra de corteza ovárica, que se extrae mediante una laparoscopia y se activa en el laboratorio. Requiere, por tanto, de un procedimiento quirúrgico, si bien las pacientes son dadas de alta normalmente en el mismo día.

Se trata, sin embargo, de una técnica muy eficaz, pues permite “lograr un reinicio de la función ovárica, de forma que las pacientes podrían conseguir el embarazo por la vía natural o bien con el recurso de la fecundación in vitro”, detalla el Dr. Muñoz. De hecho, en la actualidad, se está logrando que estas mujeres con fallo ovárico prematuro y baja reserva ovárica puedan ser madres con óvulos propios a través de la reactivación y recuperación de los folículos.