Mujer embarazada haciendo una ensalada en la cocina©AdobeStock

Embarazo

Los sorprendentes beneficios de la dieta mediterránea en el embarazo

Que la dieta mediterránea es fuente de salud no es un secreto para nadie, pero una investigación española ha puesto de manifiesto cómo influye positivamente en las gestantes y en sus hijos.

Los trastornos de ansiedad y estrés son frecuentes durante el embarazo. De hecho, se estima que una de cada cinco mujeres puede sufrirlos. La salud mental de la embarazada y de la mujer que acaba de dar a luz, esto es, la salud mental perinatal, no está al alcance de todas, por lo que cualquier avance que se haga para procurar un buen estado anímico y emocional en esta trascendente etapa de la vida debe ser bien recibido.

Algunos de esos avances llegan de elementos al alcance de la población general. Es el caso de la dieta mediterránea, que ya había demostrado su influencia en la mejora del bienestar. Ahora, gracias a un trabajo liderado por un equipo español se sabe que las gestantes que adoptan este tipo de alimentación presentan una reducción muy significativa en sus niveles de estrés o de ansiedad. Esta disminución llega a ser de entre el 25 y el 28%. Además, su nivel de bienestar es más elevado en esos nueve meses y mejora la calidad del sueño.

Un menú saludable personalizado

En la dieta mediterránea abundan los alimentos que protegen y promueven un mejor estado de salud. Para evaluar por primera vez cómo esta afectaba a embarazadas de alto riesgo, los investigadores reclutaron a más de 1.200 embarazadas. Algunas de ellas recibieron la atención médica habitual en estos nueve meses de gestación, pero a otras se les aportó un seguimiento específico nutricional. Así, se les recomendó lo siguiente:

  • Aumentar a 5 raciones al día la ingesta de cereales.
  • Tomar 3 raciones diarias de verduras y productos lácteos.
  • Consumir 2 raciones diarias de fruta fresca.
  • Incluir 3 raciones semanales de legumbres, frutos secos, pescado y carne blanca.
  • Usar aceite de oliva para cocinar y aliñar sus platos.

Después de un tiempo, se analizó a todos los grupos de madres. Y se hizo a través de un cuestionario donde consignaban sus sensaciones en relación al estrés y la ansiedad. Pero también con una prueba objetiva que consistió en medir en orina los niveles de metabolitos relacionados con el estrés, como el cortisol y la cortisona.

“Algunos estudios previos, como el Predimed, habían relacionado la dieta mediterránea con una mejora del bienestar y una reducción de los niveles de estrés, pero eran estudios en no gestantes. Este es el primer ensayo en embarazadas que lo evalúa y lo demuestra”, indica la Dra. Fátima Crispi, investigadora de BCNatal y del grupo IDIBAPS, que ha participado en el trabajo.

Teniendo en cuenta la importancia creciente de la salud mental en las embarazadas, “estos resultados podrían implicar la promoción de la dieta mediterránea adaptada a mujeres gestantes como una potente estrategia de salud pública”, añade la Dra. Francesca Crovetto, del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, e investigadora en este trabajo.

Embarazada comiéndose una manzana©AdobeStock

Una alimentación que mejora el neurodesarrollo infantil

Pero la dieta mediterránea no solo tiene el anterior efecto beneficioso sobre la embarazada, porque también se han constatado resultados positivos tanto sobre el recién nacido como sobre el bebé (a los dos años de nacer).

Influencia sobre el peso del recién nacido

Un 10% de los niños nacen con bajo peso, lo que se asocia a algunas complicaciones tanto para su supervivencia como para su desarrollo futuro. El estudio del equipo catalán ya demostró en 2021 que cuando la madre seguía la dieta mediterránea, el porcentaje de niños nacidos con bajo peso se reducía al 14%, frente al 21,9% del grupo de control.

Otra estrategia utilizada, el mindfulness, logró rebajar la incidencia de bebés con bajo peso al 15,6%.

Dieta materna y neurodesarrollo

Tal como ha demostrado un ensayo que ha contado con el apoyo de Fundación ‘la Caixa’ y Cerebra, basado en el citado estudio anterior, los hijos de las mujeres que siguieron una dieta mediterránea (o practicaron mindfulness) en el embarazo tienen un mejor desarollo neurocognitivo.

Los menores han sido evaluados a los dos años tanto en la esfera cognitiva (desarrollo sensorial y motor, relación con los objetos y formación de conceptos), como en el aspecto socioemocional (relaciones e interacciones). Los resultados arrojan que si sus madres redujeron el estrés durante la gestación con estas dos intervenciones sus hijos obtenían mejores puntuaciones en test para evaluar este aspecto a los dos años de vida.

“Estos resultados aportan un claro mensaje positivo que empodera a las madres y familias. Es posible influir positivamente en la salud del embarazo y del futuro bebé con medidas aplicables con relativa facilidad”, resaltan los autores.


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