Siempre que estemos por encima de nuestro peso ideal, adelgazar es normalmente una medida beneficiosa para la salud. Ahora bien, siempre que esto se realice con criterio y conocimiento, asesorados por médicos o nutricionistas expertos en la materia y siguiendo un plan previamente trazado.
Adelgazar saludablemente
¿Es posible? Por supuesto que es posible adelgazar conservando la salud. Es más, si se realiza correctamente, poco a poco y siguiendo una estrategia, a medida que bajéis de peso os sentiréis cada día mejor, más activos, más ágiles y con mejor salud.
Estos son los consejos para perder peso de la forma más sana.
Hay que estar convencidos de que perder peso nos beneficiará y hacerlo con la información y el asesoramiento adecuados, aplicándonos en ello con decisión y tenacidad, son las condiciones necesarias para llevarnos al éxito.
Sabemos que nuestro organismo necesita determinadas cantidades de energía para mantener su metabolismo y que esta se la proporcionamos a través de los calorías de los alimentos. Si disminuimos la cantidad de los alimentos y conseguimos consumir menos calorías de las que consumimos en nuestra actividad, perderemos peso rápidamente.
La principal condición de las dietas adelgazantes es que su contenido calórico sea bajo por lo que deben estar conformadas por la mayor variedad posible de alimentos, en la cantidad necesaria y en la proporción adecuada para que nos procuren una buena nutrición, pero que al contener pocas calorías, estén indicados para perder peso. La orientación y fin últimos de las dietas adelgazantes será siempre la pérdida de peso corporal.
Las dietas adelgazantes deberían estar siempre diseñadas y controladas por un nutricionista o un médico especialista en nutrición.
Estas dietas nunca deben de ser ni insuficientes ni incompletas, y en contra de la idea general los alimentos hipercalóricos (grasas y azúcares) también deben estar presentes, aunque en menor proporción, pues lo importante es que el contenido calórico de la dieta sea bajo, pero sin prescindir de determinado grupos de alimentos, para así evitar desequilibrios y carencias que con el paso del tiempo podrían perjudicar nuestra salud.
Antes de realizar una dieta para adelgazar, sobre todo si se va a mantener por un largo periodo de tiempo, debes asesorarte previamente y pedir consejo a un especialista en nutrición.
Se deben consumir preferentemente alimentos frescos y naturales, por supuesto hipocalóricos, no procesados, poco elaborados y poco condimentados. No elimines de forma total ningún grupo de alimentos de la dieta (grasas y/o azúcares). Aquellos que contengan más calorías disminúyelos en cantidad.
Beber mucha agua es una buena estrategia en el curso de una dieta para adelgazar. El llenado gástrico disminuye la sensación de hambre, mantiene el organismo bien hidratado y no engorda.
Las dietas adelgazantes más fisiológicas (más recomendadas para la salud) son aquellas que procuran una pérdida de peso gradual y razonable. Las mejores dietas hipocalóricas son aquellas que siendo completas y equilibradas consiguen hacer perder un kilo por semana. Aunque existen diferentes posibilidades, la dieta ideal sería aquella que nos hiciera perder cuatro kilos por mes. Se puede perder más peso pero no sería recomendable hacerlo, debido a los desequilibrios metabólicos a que puede dar lugar.
Es muy conveniente que mientras se realiza dieta para adelgazar, esta sea acompañada de ejercicio físico continuo y moderado, pues la actividad física ayuda a perder peso, mejora el tono muscular y evita la flaccidez.
La selección de los alimentos. Sanos, naturales, hipocalóricos y poco condimentados. Los cereales integrales, el yogur, los cítricos y los frutos rojos, el té, las verduras verdes, la leche descremada y los pescados azules y muchos otros.
El orden y la regularidad de las comidas. Muy importante los horarios. No picar.
La masticación eficaz y prolongada. Produce más saciedad y mejora la digestión de muchos alimentos.
Hay que tener en cuenta que la disminución de las calorías de la dieta, a que da lugar el uso de dietas adelgazantes, suelen ocasionar sensación de frío intenso, cansancio, inactividad, decaimiento y cambios en el humor y el carácter. Si te sientes mal, consulta con tu médico.