Madre e hija han disfrutado de momentos inolvidables y muy divertidos que han quedado reflejados en la bonita sesión de fotos que han compartido, ya fuera del agua, sobre el verde césped de su jardín. Muy sonrientes, Carla Pereyra y Francesca posan mirando a la cámara tumbadas de lado y con la melena suelta, como si de la mismísima sirenita de Copenhague se tratara