Situada en medio de los espectaculares Cuatro Valles suizos, en Alta Engadina, St. Moritz es una localidad conocida internacionalmente por ser uno de los destinos favoritos de los ricos y famosos durante sus vacaciones invernales, pero ¿le gustaría saber qué hace de este paraíso del esquí uno de los centros vacacionales más exclusivos y elegantes del mundo?
La historia de St. Moritz se remonta a finales del siglo XIX, cuando los miembros de la caballería británica acudían a este hermoso rincón de los Alpes para jugar al polo sobre nieve, como parte de su entrenamiento militar. A partir de ahí, la fama de estos parajes se fue extendiendo y comenzaron a ser frecuentados para practicar esquí. Es más, la primera escuela del mundo en enseñar este deporte se fundó en St. Moritz en 1927. Además, en 1928 y en 1948, la localidad albergó los dos únicos Juegos Olímpicos de invierno que se han celebrado en Suiza.
Desde ese momento se convirtió en el refugio invernal de la jet-set, no sólo suiza sino de todos los rincones del planeta. No en vano, además de la enorme variedad de actividades que propone a sus visitantes, es el lugar ideal para ver y dejarse ver. Discotecas, ‘spas’, tiendas, cines, restaurantes de lujo, piscinas climatizadas y pistas de tenis son sólo alguno de los reclamos para atraer a los turistas más exigentes.
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