Situada en el sudeste asiático, bañada por el mar de Andamán y limitada por China, Tailandia y Laos, la India, y Bangladesh, Myanmar, la antigua Birmania, es un atractivo país para el turista occidental. Un continente diferente, una cultura y una religión que nos son desconocidas y unos paisajes inigualables, convierten a este país en un tesoro desconocido por muchos. Colonizada por los británicos, consiguió su independencia en 1947 pero aún conserva la herencia de la época colonial. Los británicos denominaron a su colonia Unión de Birmania, en honor a la tribu mayoritaria, los bamar.
Tras la Segunda Guerra Mundial, Birmania consiguió la independencia (1947). En 1988 el Ejército dio un golpe de Estado, convirtiendo el país en un Estado militar. Un año después, en 1989, el Gobierno decidió cambiar el nombre del país. La Unión de Birmania pasó a ser la Unión de Myanmar. El cambio de nombre se debió, principalmente, a la creencia del Gobierno de que Birmania representaba al período colonial. Hoy en día, la ONU y la Unión Europea reconocen el nombre de Myanmar. No obstante, el nombre es rechazado por algunos gobiernos y por los contrarios al régimen, los que se muestran a favor de la democratización del país.
Quienes viajen a Myanmar quedarán deslumbrados por cada lugar que visiten, desde su capital, Yangon, hasta las ciudades montañosas del Estado de Shan. Esta época del año es, con diferencia, el mejor momento para viajar a la mayoría de los países del sudeste de Asia, pues los monzones del verano han acabado y, por tanto, llueve muy poco y no hace mucho calor.
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