La sierra de Tramontana, en el norte de la isla de Mallorca, brinda un litoral extremadamente accidentado donde se abren paso pueblos de singular encanto, montañas de piedra desnuda, calas de ensueño, acantilados que sobrevuelan el horizonte marino, monasterios y una sucesión interminable de lugares mágicos. Una invitación constante a descubrir sus entrañas. No es extraño pues, que en este abrupto espacio muchos artistas encontraran su anhelada inspiración y morada. En el extremo occidental de la isla, Andratx es un buen punto de partida para recorrer la sierra, cuyo puerto, antaño refugio marinero, ofrece la imagen más típica de la Mallorca turística. El itinerario continúa hacia Estellencs, un pueblo de piedra que parece colgado sobre el paisaje.
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