Los protagonistas de la película ‘Entre copas’, Jack y Miles, además de descubrirnos la riqueza enológica californiana, contribuyeron a poner de moda el turismo del vino o enoturismo, una forma distinta de viajar y conocer lugares nuevos disfrutando del placer de degustar deliciosos caldos. Indudablemente el vino está de moda, y no es de extrañar en un país como España, cuna de las mejores bodegas del mundo. Además de dar caldos excepcionales, algunas bodegas españolas han abierto sus puertas a los turistas enamorados del vino, para que puedan presenciar y disfrutar in situ de todo el proceso de elaboración.
La Rioja
El recorrido por los vinos de tierras riojanas empieza en Haro. Con poco más de diez mil habitantes, el municipio acoge más de 20 bodegas, entre ellas Muga y Roda, símbolos de los excelentes caldos de la región. Al sureste de Haro se encuentra Briones, cuna del Aurus, o el Calvario, magníficos ejemplos de calidad. Otro de los valores añadidos de la localidad riojana de Briones es el Museo de la cultura del vino, ubicado en los viñedos que cultivan la familia Vivanco. Este centro se caracteriza por ir mucho más allá de la mera exposición y cata de vinos y, a través de cinco estaciones, se intenta ofrecer una visión global de lo que significa la cultura enológica: desde el proceso de cultivo de la vid, hasta las manifestaciones artísticas suscitadas en torno al vino, pasando por la mayor exposición de sacacorchos del mundo. La ruta enológica por La Rioja termina en Laguardia donde conviven bodegas como Artadi, Palacio (que cuentan con un impresionante hotel) o Viña Real.
La comarca riojana también es el escenario ideal para admirar el perfecto maridaje entre vitivinicultura y arquitectura a través de la Ciudad del Vino de Frank Gehry para las bodegas de Marqués de Riscal en la localidad de Elciego, o la de Santiago Calatrava para las reservas Ysios en Laguardia.
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