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Pirineos: descubriendo el Valle del río Aragón

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Una imagen de la estación de ferrocarril de Canfranc.


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Estación de Canfranc
Inaugurada en 1928, es de grandes dimensiones y estilo modernista. Sirvió como estación internacional hasta 1970. Sólo está operativa la línea de la vertiente española, por la que llega todos los días, procedente de Huesca, el Canfranero, un nostálgico tren regional. A pocos kilómetros queda el pueblo, por cuyas calles discurre el Camino de Santiago aragonés. A la salida está el puente medieval de los Peregrinos.

Cueva de las Guixas
Gruta natural al pie del antiguo camino medieval de Villanúa. En estas galerías subterráneas se celebraban aquelarres.

Castiello de Jaca
Encaramado a una peña, está considerado uno de los pueblos más curiosos y atractivos del valle de Aragón. Conserva el urbanismo primitivo de los antiguos burgos de montaña, construidos en lo alto para defenderse mejor y dejar las zonas llanas junto a los ríos para cultivos.

Borau
Es el único núcleo importante del valle regado por el Lubierre. En su casco urbano se admiran mansiones de raigambre pirenaica, como la casa Cipriano, en la plaza del Ayuntamiento.

Aínsa
Situado en el cauce del río Estarrún, es un pueblo ganadero de urbanismo medieval, con rincones auténticos en torno a la iglesia parroquial. Lo mejor es su enclave, rodeado de los picos Aspe, Llana de la Garganta y Llana del Bozo.

Jaca
Es una de las ciudades más importantes del Pirineo aragonés y la capital de la comarca de la Jacetania, que incluye el puerto de Somport y el valle del río Aragón. Su historia y su estructura tienen mucho que ver con las peregrinaciones a Compostela. El referente de la arquitectura religiosa jacetana es la catedral, de orígenes románicos, y de la civil, la ciudadela, la mejor conservada de Europa.

San Juan de la Peña
El impacto visual al llegar a este monasterio, fundado por Sancho el Mayor en 1025, difícilmente se puede reproducir. Fue el primer panteón de los Reyes aragoneses y navarros mientras ambas coronas estuvieron unidas. Situado en una oquedad de la roca, en un paraje solitario y enigmático, es uno de los hitos de la historia de Aragón. Su elemento más característico y sugerente es el original claustro.

Prohibida su reproducción total o parcial. ©2006 Hola, S.A.

  

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