Glasgow, 'art nouveau' en la Escocia con más estilo

Es ésta una ciudad que logra sorprender a un viajero que no espera encontrarse con una oferta tan atractiva, sobre todo, para los amantes del arte. Glasgow lo ha convertido en su santo y seña y recoge desde las mejores muestras victorianas hasta los primeros coletazos del art nouveau en Europa. No es extraño que esta ciudad se haya ganado, por méritos propios, el calificativo de “Escocia con estilo”. ¿Le apetece descubrir alguno de sus secretos mejor guardados?

La ciudad escocesa vive en constante transformación, y de ser una ciudad industrial –de hecho, era uno de los motores económicos del país- ha pasado a convertirse en una urbe llena de vida. Pero no hay duda de que la revolución industrial dejó su huella en esta localidad, que experimentó un crecimiento económico que quedó plasmado, sobre todo, en la arquitectura. Así, cuando llegamos a Glasgow, podemos observar algunos de los mejores ejemplos de arte victoriano de todo el Reino Unido, como pueden ser The Kibble Palace, un magnífico palacio de cristal situado en los jardines botánicos o el Kelvingrove Art Gallery and Museum, que da cobijo actualmente a una colección de arte que incluye obras de pintores como Monet, Picasso, Rembrand o Van Gogh, entre otros.

Y es que lo primero que puede sorprender al turista que llega a esta ciudad de la verde Escocia es la cantidad de opciones que tienen las personas que gozan visitando museos, galerías y exposiciones. Y este potencial artístico se debe, en gran medida, a un nombre propio, el de Charles Rennie Mackintosh, quien, a principios del siglo XX se convirtió en abanderado del art nouveau en la ciudad y, por extensión, en toda Escocia. Fue él quien marcó un claro estilo en Glasgow, como sucedió con el sello modernista que Gaudí plasmó en la Barcelona de principios de siglo. En 1901, se presentó al concurso de una revista alemana para construir una “casa para un amante del arte”. Aunque no ganó el concurso porque presentó sus diseños fuera de tiempo, poco a poco, su fama creció como la espuma y sus trabajos se multiplicaron llenando la ciudad con sus diseños y dándole un nuevo aire.