Dar un paseo por Priego de Córdoba no puede ser más embriagador por el aroma de las flores de las macetas que cuelgan de las fachadas y perfuman las calles blancas de este bello pueblo enclavado en esa ancha franja de monte mediterráneo que es el Parque Natural de las Sierras Subbéticas lleno de atractivos. El primero es el paisaje olivarero que lo rodea, que deja entrever que estamos en tierra de aceite de oliva. Más cerca espera el encantador barrio de la Villa, al estilo de los barrios andaluces más típicos, como el Albaicín granadino o la judería de Córdoba.
Es en este sinuoso entramado de callecitas empedradas y plazoletas en las que reside la quintaesencia de la ciudad musulmana y medieval. Priego nació aquí y aunque cualquier camino que se tome nos llevará a un bonito rincón. Recomendable es el paseo que partiendo de la plaza de Santa Ana lleva por la calle Real hasta la recoleta placita de San Antonio. Tomando después la calle Jazmines y cruzando de nuevo la calle Real hay que salir por el Bajondillo hasta el Adarve, ese impresionante cortado donde la población se asoma al paisaje andaluz que abraza y circunda el barrio y que ha garantizado la inexpugnabilidad de Priego a lo largo de su historia.
Tramos de la muralla, iglesias y palacios del siglo XVIII van saliendo al paso. Desde fuera, el templo de la Asunción no expresa gran cosa, es más, su aspecto sobrio le confiere un aire de fortaleza, pero guarda un tesoro mayúsculo: la capilla del sagrario, joya del barroco cordobés donde arquitectos, tallistas e imagineros cordobeses prodigaron su arte. A este imponente conjunto se suman otras iglesias barrocas, como San Francisco y San Pedro, o la Fuente del Rey, que arroja sus aguas cristalinas por las bocas de 139 mascarones de piedra caliza.
Excursiones que no te puedes perder a menos de una hora de Córdoba
Hay otros lugares que merecen parada como la Casa-Museo Adolfo Lozano Sidro, que alberga tres museos, además de las estancias de la casa del pintor decoradas con sus obras, el Museo Histórico Municipal y las dos galerías de arte contemporáneo que conforman el Museo del Paisaje.
EL CASTILLO
En ese territorio de valles, campiñas y sierras de mediana altura que se extiende entre Córdoba y Granada se alzan algunos de los castillos cordobeses más bellos de España que en otro tiempo presenciaron batallas y luego se convirtieron en residencias nobiliarias. Junto a los de Espejo, Castro del Río, Baena, Luque, Zuheros, el de Priego de Córdoba es una austera construcción militar flanqueada por torres cuadrangulares, la más alta la del homenaje, con 30 metros de altura, que mandó levantar la Orden Calatrava y es monumento histórico. La visita por él, además de las vistas, te teletransportará, gracias a la realidad virtual, al siglo XV para conocer cómo era esta localidad y su fortaleza en esa época, una nueva y original perspectiva.
JARDINES CON TESOROS ESCONDIDOS
Al recorrido por sus calles, Priego añade el encanto del paseo por sus jardines. El Recreo de Castilla, también conocido como Huerta de las Infantas es un jardín de aire romántico al borde del adarve del siglo XVI cargado de leyendas en torno a sus pasadizos secretos y tesoros escondidos. En él se celebraban festivales de música y conciertos imitando los que se tenían lugar en los jardines de la Alhambra. Y en uno de los extremos del Balcón del Adarve, monumental es el Paseo de Colombia o de las Rosas, con fuentes y esculturas neoclásicas del artista local José Álvarez Cubero entre su vegetación. Y con buenas vistas, la ermita del Calvario, un lugar significativo para los prieguenses pues se veneran en ella algunas de sus imágenes más queridas.
EXPERIENCIAS OLEOTURÍSTICAS
España es el primer productor mundial de aceite de oliva virgen extra y Priego de Córdoba y su comarca el mejor lugar para descubrir esta cultura, una tierra bañada por un extenso manto de olivares milenarios y centenarios que dan como fruto uno de los mejores aceites, por su situación a más de 1000 metros de altitud. En este inmejorable escenario se puede vivir una experiencia oleoturística completa, como la que organiza Turismo y Aceite (turismoyaceite.com), que incluya visita a una almazara, cata dirigida, degustación acompañada de productos típicos, desayunos y meriendas molineras y la visita a la exposición Entre olivares, ubicada en uno de los edificios más bellos de la localidad: las Carnicerías Reales.
El mejor aceite de oliva del mundo, protagonista de todos estos planes viajeros
PARA DESCANSAR
Un edificio de época catalogado, una casa solariega con patio y un frondoso jardín centenario acoge el hotel-museo Patria Chica (hotelpatriachica.com), dotado de espacios acogedores e íntimos que combinan elementos arquitectónicos y decorativos recuperados y trasladan al huésped al Priego de Córdoba de 1915. A 4 kilómetros de Priego, en un entorno privilegiado está Huerta de las Palomas (zercahoteles.com), un cuatro estrellas de arquitectura cortijera, con una treintena de habitaciones con vistas, piscina y un cuidada gastronomía tradicional donde tienen protagonismo los productos de la tierra (aceite de oliva, quesos, carnes de cordero, membrillo...).
A LA MESA
Sin moverte del centro, en Priego puedes disfrutar de una experiencia gastronómica diferente en el gastrobar Zyrah (gastrobarzyrah.com), con una cocina más moderna y elaborada de lo habitual en la zona: huevo a baja temperatura sobre bizcocho de setas con trufas, tacos de costillar con yogur y sriracha, risottos, croquetas de foie, pasas y piñones o los fritos con AOVE con DO de Priego. Buena elección también La Ribera (lariberarestaurante.com)
PEDALEAR POR LA VÍA VERDE DE LA SUBBÉTICA
Para los más activos, a 20 kilómetros de Priego se puede pedalear por la vía verde por la que durante casi un siglo –hasta 1985– discurría el Tren del Aceite. Enlazaba Linares, en Jaén, con Puente Genil, Córdoba, transportando en sus vagones cisterna el oro líquido de estas tierras andaluzas, además de pasajeros y otros minerales. Su tramo más bello, de 65 kilómetros, se inicia en el viaducto sobre el río Guadajoz, a 10 kilómetros de la estación de Luque, y a medida que se avanza saldrán al paso la laguna del Salobral, poblada de aves; el pueblo de Zuheros, con su castillo en lo alto; el cañón del río Bailón antes de llegar a Cabra y, sobre todo, un mar de olivos enmarcado por las sierras Subbéticas.
JARDÍN MICOLÓGICO
Sorprende en Priego encontrarse con lugar único en Europa. Es el Jardín Micológico La Trufa y se ha convertido en el centro andaluz de micología. En sus salas se recrean la flora, la vegetación y los hongos más representativos de esta comunidad –pinar, alcornocal, encinar y quejigal, pastizal, bosques de ribera y pinsapar, entre otros– que, para quien no lo sepa, es una de las regiones europeas de mayor riqueza y diversidad fúngica. Se localiza en el kilómetro 7 de la carretera a Fuente Alhama.
Y para despedirte de Priego, nada mejor que tomar la carretera de montaña que lleva, atajando por las dos Zagrillas (Baja y Alta), Esparragal y Luque, hasta Zuheros, el pueblo que los árabes llamaron “la roca inexpugnable”, que merece otra detenida visita.