ALARCÓN
Para los que aún no conozcan Alarcón la descripción es sencilla: una preciosa villa sobre un meandro esmeralda. Luego se puede añadir algo más: un castillo, tres murallas, cuatro torres, una cuantas puertas y alrededor las aguas verdes del río Júcar enmarcando a la localidad que parece detenida en la Edad Media. Pero ¡ojo!, no es solo un destino para los amantes de los pueblos y las piedras, porque también lo es para los del arte contemporáneo y, como no, los que buscan naturaleza.
LO QUE NO TE PUEDES PERDER EN ALARCÓN Y SU ENTORNO:
- Hacer una visita guiada, porque es la única forma de acceder a algunos de los monumentos que de otra forma están cerrados y no se pueden visitar (descubrealarcon.es).
- Las pinturas murales de Jesús Mateo, en la iglesia de San Juan Bautista, la joya contemporánea de Alarcón.
- Recorrer el sendero circular que que recorre la hoz de Alarcón (8,7 kilómetros) y no entraña dificultad.
- Pasar la noche en un castillo medieval. El de Alarcón pertenece hoy a la red de Paradores.
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VALERIA
A medio camino entre Cuenca y Alarcón, a tan solo media hora en coche de la capital conquense, hay dos Valerias: una romana fundada por el poderoso cónsul Cayo Valerio Flaco entre el 93 y el 82 a. C. y otra Valeria moderna, que también merece la pena conocer. No solo presume de pasado romano, también de poseer la mayor iglesia románica de toda la provincia.
LO QUE NO TE PUEDES PERDER EN VALERIA Y SU ENTORNO:
- Visitar las impresionantes ruinas de la ciudad romana (valeriaromana.es) y pasar antes por el Centro de Recepción de Visitantes.
- Pasar por las ruinas del castillo medieval y los restos de la ermita de Santa Catalina.
- Detenerte en el conjunto de viviendas rupestres colgadas sobre la hoz del río Gritos, algo así como las casas colgadas de Cuenca pero de 1500 años antes.
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BELMONTE
Si hay algo que sitúa a Belmonte entre los pueblos de Cuenca que no te puedes perder es, sin duda, su majestuoso castillo. Una fortaleza gótico-mudéjar que corona el conocido como cerro de San Cristóbal, tan imponente que ha atraído en varias ocasiones la atención de los buscadores de localizaciones cinematográficas.
Una vez descubierto, hay que continuar por esta localidad de pasado medieval paseando sin prisa por sus calles, donde se descubren otras joyas arquitectónicas, entre las que encontramos unas cuantas casas señoriales.
LO QUE NO TE PUEDES PERDER EN BELMONTE Y SU ENTORNO
- Visitar el interior del castillo de Belmonte (castillodebelmonte.com), propiedad de la familia Fitz-James Stuart, con espléndidos artesonados mudéjares.
- La Colegiata de San Bartolomé, donde además se conserva la pila bautismal en la que fue bautizado Fray Luis de León, teólogo, poeta, astrólogo y famoso belmonteño.
- Alojarte en el Palacio del Infante don Juan Manuel (hotelspainfantedonjuanmanuel.es) en un majestuoso edificio que fue la primera fortaleza de la villa y hoy es un exquisito hotel con spa.
MOTA DEL CUERVO
Los molinos son la seña de identidad de este pueblo de Cuenca, a pocos kilómetros de Belmonte, al que se conoce como El balcón de la Mancha. Aquí es fácil imaginar a don Quijote en dirección a estos gigantes situados dominando el horizonte.
LO QUE NO TE PUEDES PERDER EN MOTA DEL CUERVO Y SU ENTORNO:
- Subir a conocer los siete molinos de viento, de los que se visitan solo tres: El Gigante, donde está la oficina de turismo y donde los sábados se puede ver una molienda; El Goethe, con artesanía de la localidad; y El Piqueras, que también cuenta con un pequeño museo.
- En el barrio de las Canterías, de origen mudéjar, descubrir el Museo de Alfarería moteña, una tradición muy arraigada a esta localidad.
- A 10 kilómetros hay que conocer la laguna de Manjavacas, una reserva natural en la que contemplar flamencos o grullas, dependiendo de la temporada.
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BETETA
En el norte de Cuenca, la pequeña localidad de Beteta puede presumir especialmente de tener una hoz por la que discurre el río Guadiela que forma un espectacular cañón, una maravilla de la naturaleza. El pueblo tiene una bonita plaza porticada y las ruinas de un castillo, el de Rochafrida, de origen musulmán y elevado sobre un cerro con magníficas vistas.
LO QUE NO TE PUEDES PERDER EN BETETA Y SU ENTORNO:
- Recorrer el sendero ecológico de la hoz de Beteta, que se inicia a 6 kilómetros de la localidad, que acompaña a un río en el que abundan las truchas y una gran riqueza vegetal con tilos, sabinas, avellanos, acebos, tejos, pinos…
- Conocer el Cristo de Beteta, encontrarás muchas similitudes con el famoso Cristo del Corcovado de Río de Janeiro.
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HUÉLAMO
Uno de los pueblos más bonitos de la serranía Alta de Cuenca con sus casas desparramadas sobre un cerro con vistas al valle del Júcar. La estampa que ofrece, rodeado de montañas, es la de las casitas blancas de arquitectura tradicional serrana con tejados rojizos que se rodean de pinares.
LO QUE NO TE PUEDES PERDER EN HUÉLAMO Y SU ENTORNO:
- Hacer una ruta por la senda botánica de la cascada del Molino de la Chorrera (a 14 kilómetros), donde el Júcar da un espectacular salto.
- A 26 kilómetros está Vega de Codormo, donde se encuentra el monumento natural del Nacimiento del Río Cuervo.
- Algo más lejos, a 50 kilómetros, merece la pena pasar por el Parque de El Hosquillo, un refugio natural donde los protagonistas son el oso pardo, el buitre leonado y el lobo ibérico.
HUETE
A media hora de Tarancón, la localidad de Huete es una de las más monumentales de Cuenca y sin embargo una gran desconocida pese a la riqueza de su patrimonio. Dos monasterios, el de Jesús y María y el de La Merced, varias iglesias, la torre del reloj, los restos de la antigua muralla -de la que aún hoy se conservan algunas puertas-, el Pósito Real, el palacio Episcopal y unas cuantas casas nobles son muestra de esa riqueza.
LO QUE NO TE PUEDES PERDER EN HUETE Y SU ENTORNO:
- Visita las minas romanas de Lapis Specularis, un complejo minero de época romana que se encuentra entre los más importantes del mundo. Se visitan dos cuevas, la de Sanabrio y la Cueva de los Cuchillos y sus sistema de galerías.
- En el convento de Jesús y María abre el Museo de Fotografía, sede de la Fundación Antonio Pérez de Cuenca en esta localidad.
- Dentro del Monasterio de la Merced, el Museo de Arte Contemporáneo Florencio de la Fuente.
PRIEGO
Este pequeño pueblo señala la puerta de acceso a la serranía conquense, allí donde hace frontera con el valle. La visita tiene que dar comienzo en la plaza de los Condes, donde se encuentra el palacio de los Condes de Priego, para luego dirigirse a los restos del castillo y su torreón del homenaje, con más de 10 metros de alto. También se visita la iglesia -cuya torre destaca sobre el perfil de la localidad- y unas cuantas casonas que lucen antiguos escudos en sus fachadas.
LO QUE NO TE PUEDES PERDER EN PRIEGO Y SU ENTORNO:
- Priego se encuentra a 20 kilómetros de Cañizares, localidad por la que discurre la hoz que va hasta Beteta.
- Merece la pena adentrarse por la serranía hasta el nacimiento del río Cuervo, una de las rutas naturales más bellas de Cuenca.
SAN CLEMENTE
A este pequeño pueblo cervantino, situado al sur de Cuenca, se le conoce como ‘la pequeña corte de la Mancha’ debido a que en el siglo XVI llegó a vivir en él numerosas familias hidalgas. Hoy conserva parte de ese patrimonio entre casas solariegas, palacios y conventos, muchos de ellos auténticas joyas del Renacimiento en la provincia.
LO QUE NO TE PUEDES PERDER EN SAN CLEMENTE Y SU ENTORNO:
- Descubrir el puente romano sobre el río Rus, el mejor conservado de la provincia.
- Visitar el Museo de Obra Gráfica, una de las sedes de la Fundación Antonio Pérez que se encuentra en la capital de Cuenca.
- San Clemente forma parte de la Ruta de don Quijote y para muestra su gastronomía: en sus mesas hay que pedir unos duelos y quebrantos, unas migas del pastor, un morteruelo o unas gachas.
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UCLÉS
Poco más de una hora se tarda en llegar a Uclés desde Madrid y poco menos de una hora desde Cuenca. Es un pueblo pequeño de calles que se articulan en torno a la plaza Mayor, con varios palacios nobles en cuyas fachadas lucen escudos familiares y un excepcional conjunto que lo forman el castillo, situado en lo alto del cerro, la iglesia y un monasterio al que se conoce como El Escorial de La Mancha.
LO QUE NO TE PUEDES PERDER EN UCLÉS Y SU ENTORNO:
- Visitar el interior del monasterio de Uclés (monasteriodeucles.es), una edificación del siglo XVI en la que visitan varios espacios con exposiciones.
- Acercarte a 13 kilómetros de Uclés a la ciudad romana de Segóbriga, uno de los conjuntos romanos mejor conservados de la Península Ibérica.