NAVEGAR POR LOS CANALES CON CENA INCLUIDA
No hay mejor forma de conocer uno de los iconos de Ámsterdam que navegando por ellos. Los históricos Keizersgracht, Prinsengracht, Herengracht y Singel se concentran en el barrio de Negen Straatjes (Las 9 Calles), adornados todos ellos de fachadas del XVII y de artísticos puentes. Para conocer cómo se vive en ellos hay que pasarse por el House Boat Museum, un carguero reconvertido en una casa-flotante, y para disfrutar de un plus, añadir a la travesía un brunch o una cena al ponerse el sol.
DORMIR CON VISTAS AL PALACIO REAL
Despertar, asomarse a la ventana y contemplar la fachada del Palacio Real, el monumental edificio donde la Familia Real holandesa ofrece las recepciones oficiales, es uno de los privilegios de alojarse en el Anantara Grand Hotel Krasnapolsky, icono hotelero de la ciudad por su ubicación –en la plaza Damm y al lado de tiendas de lujo como Dior, los grandes almacenes de lujo de Bijenfork y la mítica joyería Gassan–, sus 155 años de historia y todo lo que uno espera de un cinco estrellas en la lista de los mejores nuevos hoteles de Travel +Leisure. Renovado con nuevas habitaciones y suites contemporáneas con guiños a la herencia holandesa y los famosos canales, un encantador jardín e instalaciones fitness, es también epicentro culinario de la firma hotelera, empezando por el desayuno, que se sirve en su salón de invierno estilo belle époque, o The White Room (restaurantthewhiteroom.com), su restaurante con estrella Michelin, donde puedes reservar mesa para degustar las propuestas basadas en la madre naturaleza de Jacob Jan Boerma.
EXPERIENCIAS ENTRE TULIPANES
De marzo a mayo, los campos holandeses cobran vida cuando florecen millones de tulipanes y se tiñen de mil colores. Aprender en el Museo del Tulipán de Prinsengracht cómo se cultivan cuidadosamente las más de 700 especies de esta flor, pasear por su jardín y acabar disfrutando de un pícnic gourmet con chefs del Anantara Grand Hotel Krasnapolsky o un té por la tarde entre flores son algunas experiencias que puedes hacer en Ámsterdam.
CENA CON CHAMPÁN EN LA PLAZA DAMM
En el corazón histórico de Ámsterdam, la plaza Damm es el lugar por el que pasa la vida en la ciudad. Todo se concentra en ella, aquí está el Palacio Real, la iglesia Nueva, el Monumento a los Caídos, el museo de cera Madame Tussauds, el antiguo edificio de la Bolsa, amén de preciosas fachadas y sitios como el Gran Café Krasnapolsky, donde tomarse un respiro en cualquier momento del día. A la hora del almuerzo o de la cena su carta ofrece platos modernos europeos y de inspiración local; por la tarde, un refinado té acompañado de macarons recién horneados, mini sándwiches o dulces caseros, pero si prefieres burbujas en lugar de té, champán en The Champagne Room.
LA CASA DE REMBRANDT CON UN EXPERTO
¿Cómo era la vida del más célebre pintor holandés? ¿Quiénes eran sus vecinos? ¿a quién retrató? Las respuestas a todas esas preguntas te las contará un experto en la casa que Rembrandt compró en una de las zonas preferidas de la élite capitalina y en la que vivió y trabajó entre 1639 y 1658. Ahora es un museo (rembrandthuis.nl) que recrea la vivienda tal y como era cuando el maestro la habitaba, con sus muebles tradicionales y sus paredes decoradas con cuadros de otros pintores de la época. Situada en la calle Jodenbreestraat, al lado de la plaza Waterlooplein, en ella podrás ver, además, la gran parte de los 260 grabados realizados por el artista.
EN LOS ESTUDIOS DE LOS DISEÑADORES HOLANDESES
Si eres una apasionada de la moda y el diseño, en Ámsterdam puedes descubrir a los talentos del país: Gerrit Rietveld, Hester van Eeghen, Marcel Woltenrick, Maarten Baas, Ret Boon, Gijs Bakke, Hella Jongerius, Marcel Wanders, con tiendas en la ciudad. Para las compras de lujo la referencia es la calle Hooftstraat, en el distrito de los museos. En la calle Cornelis Schuytstraat podrás visitar la tienda de la gurú holandesa Dutch Marlies Dekkers, lencería chic de la prestigiosa diseñadora internacional.
PROBAR LA JENEVER EN LA DESTILERÍA MÁS ANTIGUA DEL MUNDO
Se llama Bols, es la destilería más antigua del mundo y lleva elaborando licores en Ámsterdam desde 1575, sobre todo la genever o jenever, la bebida alcohólica más conocida en los Países Bajos, aunque su origen no es holandés, pues fueron uno monjes italianos en el siglo XII los que comenzaron a elaborar esta bebida de bayas de enebro. Lo podrás probar durante una visita a sus instalaciones (bols.com), en el bar The Tailor (barthetailor.com) del Anantara Grand Hotel Krasnapolsky, elegido uno de los mejores bares de cócteles del país, o en la licorería Wynand Fockink (wynand-fockink.nl), que, desde que abrió sus puertas, hace más de 50 años por la familia que hoy sigue regentándola, es una referencia de calidad en el corazón de Ámsterdam. También por sus innovadores creaciones de ron Spirit Union (spirited-union.com).
EN BUSCA DE DIAMANTES
Antes que Amberes se convirtiera en el mayor centro de diamantes del mundo, lo era la capital de Países Bajos, donde su producción se remonta al siglo XVI. Aquí se tallaron piezas únicas, como el famoso Cullinan, el mayor diamante encontrado jamás, o el Koh-l-Nohr, que se exhibe en la Torre de Londres, y aquí se siguen dando forma en sus talleres que se pueden visitar para ver su trabajo de lijado y pulido en vivo. En pleno centro de Ámsterdam, cerca de la plaza Dam, está Amsterdam Diamont Center. Y tours guiados también ofrecen la mítica joyería Gassan (gassan.com) y Royal Coster Diamonds, la fábrica más antigua del mundo, fundada en 1840 y que queda al lado del Museo del Diamante, el mejor complemento a la ruta. En este, además de descubrir la historia y aprender a reconocer un diamante, podrás ver réplicas de las joyas de la corona de las casas reales de Países Bajos e Inglaterra y de piezas famosas.
PÍCNIC DE AUTOR EN EL BOSQUE
Tómate tu tiempo para descubrir también las zonas verdes de la ciudad y en Amsterdamse Bos, con 1000 hectáreas de parque y bosque puedes pasar todo el día porque hay varios lagos, reservas de animales, un teatro al aire libre, cafés, restaurantes, jardines de cerezos, el Bosmuseum, museo de la madera, y todo tipo de áreas recreativas para disfrutar, por qué no, de un pícnic de autor, como los que organizan a sus clientes desde el hotel Anantara Grand Hotel Krasnapolsky.
EN EL CINE MÁS BELLO DEL MUNDO
“Ámsterdam tiene muchos teatros, pero si construyo uno, tiene que superar a todos los demás por mucho. Grande como un templo y hermoso como un palacio, un teatro que aún no ha tenido igual en Europa, y hasta el público consentido de Ámsterdam quedará asombrado”. Así quiso que fuera Abraham Icek Tuschinski el teatro que lleva su nombre. Cuatro millones de florines fueron necesarios para levantar en 1921 a escasos pasos de la plaza dedicada a Rembrandt el que ha sido nombrado el cine más bello del mundo. Muchos saben que tras su distintiva arquitectura, mezcla de tres estilos –art decó, modernismo y Escuela de Ámsterdam–, se puede reservar para una proyección o un concierto en privado e incluso cenar las creaciones de un estrella Michelin.