Cuántos rincones bonitos esconde esta provincia que merecen una escapada. Y cuántas veces quedan ocultos porque, en muchas ocasiones, cuando pensamos en ella lo hacemos exclusivamente en su capital, una ciudad en la que da igual las veces que hayas estado porque siempre apetece volver.
Sin embargo, Salamanca ofrece bellísimos parajes naturales que esconden una gran biodiversidad, pueblos que parecen detenerse en el tiempo y ciudades históricas que guardan los ecos de mil batallas entre sus murallas. Hoy os proponemos una escapada de invierno a cinco rincones salmantinos que os van a sorprender.
LA FORTALEZA EN ESTRELLA DE CIUDAD RODRIGO
Situada en el suroeste de Salamanca, se erige esta villa como una fortaleza histórica que ha resistido el paso del tiempo. Sus murallas, construidas en el siglo XII, la protegieron en el tiempo y hoy encierran un centro medieval lleno de plazas empedradas, iglesias góticas y edificios renacentistas. A lo alto de ellas hay que subir para caminar por el paseo de ronda y rodearla.
La Catedral de Santa María, con sus imponentes torres y detalles arquitectónicos, se alza como testigo de la grandeza de la ciudad a lo largo de los siglos. De las puertas exteriores, la de las Cadenas es la más llamativa y mientras que en el interior destaca la del Perdón (a la que comparan incluso con la catedral compostelana).
Paseando por el laberinto de calles se llega a la plaza Mayor, con el palacete del ayuntamiento, y conviene buscar el Centro de Interpretación de la Ruta de las Fortificaciones de Frontera, donde se conoce la historia gracias a las actividades interactivas. Para visitas originales pasa por el Museo del Orinal (viveciudadrodrigo.es/museo-del-orinal) ¿imaginabas que este objeto podría tener un museo? Pues lo tiene, es único en España y está en Ciudad Rodrigo.
ARTE RUPESTRE PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
A orillas del río Águeda, la estación de arte rupestre de Siega Verde -a 15 kilómetros de Ciudad Rodrigo- se convierte en un museo al aire libre con sus grabados rupestres prehistóricos. Estas manifestaciones artísticas datan de hace más de 20.000 años y ofrecen una ventana única a la vida de nuestros antepasados. Las figuras de animales y escenas de caza talladas en la roca proporcionan una conexión tangible con la prehistoria en medio de un entorno natural impresionante. Fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad como extensión de los llamados Grabados del Côa, situados en Portugal.
El yacimiento se visita de forma guiada los miércoles, jueves y domingos en horario de mañana, y viernes y sábado en horario de mañana y tarde, guiada y con taller didáctico, también se visita el aula arqueológica y centro de interpretación (siegaverde.es).
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UNA CASCADA MÁS ALTA QUE LAS DEL NIÁGARA
En el corazón de la provincia, Pozo de los Humos cautiva con su cascada majestuosa y su paisaje agreste. Las aguas del río Uces regalan una espectacular caída de más de 50 metros (las del Niágara tienen 52 metros), creando una atmósfera mágica rodeada de bosques y rocas, uno de los saltos de agua más bonitos de la península. Este rincón natural ofrece un escape perfecto para los amantes de la naturaleza, con senderos que serpentean a lo largo del río y revelan la magnificencia de la flora y fauna locales.
¿cómo llegar al Pozo de los Humos?
Para alcanzar esta espectacular cascada hay que dirigirse a la localidad de Pereña de la Ribera, a través de una ruta senderista perfectamente señalizada (al inicio hay un aparcamiento para dejar los coches) de unos 4 kilómetros. Al llegar encontraremos una panorámica frontal de toda la cascada. También se puede acceder desde el pueblo de Masueco, por una ruta senderista de unos 3 kilómetros (ida y vuelta) que lleva hasta la base de la cascada y a asomarnos a sus miradores a diferentes alturas. También aquí hay un aparcamiento habilitado.
EL PARAJE FLUVIAL DE LA ISLA DEL SOTO
La Isla del Soto es un enclave fluvial de 14 hectáreas situado en el río Tormes, en la localidad de Santa Marta de Tormes, a 15 minutos de Salamanca. Un paisaje ribereño de gran singularidad, debido a su flora y su fauna, que se convierte en un pulmón verde por el que dar paseos, hacer rutas en bici (disponen de un circuito para bicis de trial), practicar la pesca o la observación de aves.
Para los que viajan con niños, entre las diferentes rutas podéis hacer la del Arte Emboscado, un bosque en el que se encuentran cuatro grandes esculturas de hierro que se descubren en el paseo. Un inmenso pájaro carpintero, una garza, un martín pescador y unas cuantas hormigas sorprenderán a los pequeños durante el paseo. También la Ruta de los lápices, con lápices de colores de gran tamaño.
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Santa Marta de Tormes es una de las pocas localidades españolas que cuentan con una isla pública, en la que además se organizan eventos culturales. También cuenta con un centro de interpretación y un área infantil (turismosantamartadetormes.com/isla-del-soto).
ROSTROS QUE TE MIRAN DESDE LAS FACHADAS DE MOGARRAZ
Mogarraz es un pueblo en el corazón del Parque Natural de las Batuecas y Sierra de Francia que parece detenido en el tiempo. Primero por su pasado medieval y luego porque su arquitectura, gracias en parte a su aislamiento, se ha conservado perfectamente con el paso de los años, así como algunos oficios heredados de siglos atrás. Casas serranas con entramados de madera, muy del gusto francés, herencia de cuando la villa fue repoblada en el siglo XI por franceses.
La villa tiene el encanto peculiar con sus calles empedradas, junto con uno de sus mayores distintivos: el llamado "Proyecto de la Memoria", una iniciativa que convirtió las fachadas de las casas en un retrato colectivo de los habitantes del pueblo. Cada fachada cuenta una historia única, creando un museo al aire libre que rinde homenaje a la comunidad y preserva la memoria de generaciones pasadas. Hoy cada una de ellas te observa durante el paseo, como si llevasen tiempo esperando tu visita.