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¿En busca de sitios para merendar en Madrid? Te damos ideas

Las tardes de otoño en la capital son más agradables después de pasar por una de estas cafeterías en las que uno se siente como en casa


17 de noviembre de 2023 - 9:20 CET
cafe del art 2© Café del Art

CAFÉ DEL ART (LA LATINA)

Los amantes del café de especialidad tienen una parada ineludible en la plaza de Cascorro, la más castiza de Madrid, cuando se mueven por el barrio de la Latina. Si ya atrae su ambiente y su estética rústica -paredes de ladrillo, metal, plantas naturales, columnas, plantas en el techo…–, más aún cuando llega la hora de pedir uno de sus cafés procedentes de países como Etiopía, Guatemala o Costa Rica. Por cierto, es el único lugar de Madrid en el que probar el café de sifón. Como sus propietarios son portugueses, para acompañar este o cualquiera de sus cafés –espresso, capuccino, mocha…–, el apartado dulce tiene el mimo acento, empezando por el pastel de nata.

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LA BICICLETA (MALASAÑA y CHAMBERÍ)

Con la idea de unir a los apasionados del buen café, los espacios para coworking y las bicicletas nació este templo hipster de Malasaña de atmósfera acogedora que se disfruta a la hora de la merienda con una taza de humeante café recién molido en la mano o a cualquier otra hora del día, porque cuenta con una carta de platos de inspiración internacional. Entre el parque José Luis Sampedro y el patio del Centro Cultural Galileo está su segunda apertura.

 

La ruta del buen café por el barrio de Las Letras de Madrid

cardo olivo© Cardo & Olivo

CARDO & OLIVO (MADRID RÍO)

Entrar en esta repostería artesanal es disfrutar con el paladar y con la vista, con tartas de todos los sabores y colores en sus vitrinas: cheesecake de frutos rojos, de crema lotus con topping de galleta lotus, carrotcake, red velvet, tarta de té matcha, tarta de cerveza Guinness, y todas las que uno pueda imaginarse. Un rincón que Ana, la propietaria, abrió uniendo las dos tierras que ama: Escocia –cardo es la flor oficial del país– y Jaén, de donde procede, por eso lo del olivo. Los dulces los elabora ella junto a su marido Luis o llegan del obrador en el que trabajó durante años.

 

Legazpi, el barrio madrileño que triunfa entre los foodies

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FARADAY (CHUECA)

El espíritu autodidacta, visionario y emprendedor del físico inglés Michael Faraday inspira este local que es, a la vez, tienda de discos, café de especialidad y boutique de objetos, antigüedades, libros y accesorios. Entrar en él en sentirse en una casa de los años 60, rodeado de mobiliario original y escuchando vinilos mientas se saborea un selecto café de tueste local, acompañado de tarta casera o unas trufas. Un espacio de encuentro para tomarse una pausa del rimo de la ciudad y, en fin de semana, disfrutar, además de sesiones de Djs.

fourquet2023013© Hola Coffee

HOLA COFFEE (LAVAPIÉS)

Detrás de este local madrileño están dos amigos, Pablo y Nolo, que tras acumular años de experiencia en la industria cafetera decidieron en 2016 fundar Hola Coffee y plasmar su visión sobre el café de especilidad y la pasión por la comunidad que lo rodea. Un año después abrieron en la calle Doctor Fourquet su primera cafetería en la capital –luego llegaría otra en Lagasca–que les dio visibilidad. Como su academia y su café tostado en su roastery del barrio de Lucero, que se sirve en las mejores cafeterías especializadas o vía online a todo el mundo.

 

Cafés de Lavapiés: en su busca por el barrio más castizo de Madrid

golda© Golda

GOLDA (ALONSO MARTÍNEZ)

El café de especialidad de Hola Coffee tiene en este fast-food saludable una de sus proyecciones. Y se disfruta acompañado de una bollería artesanal que fusiona postres judíos con repostería clásica argentina. Del horno salen delicias como el babka de chocolate y pistacho, la tarta de pistacho o las cookies de frambruesa con chocolate blanco. Pero también hay zumos y smoothies hechos al momento y platillos sencillos. Todo ello en un café-bar cuyo nombre hacer referencia a las mujeres, disponible a cualquier hora del día, y de estética moderna salido de las mismas manos del restaurante Fayer.

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MONKEE CAFÉ (CHAMBERÍ)

Entre los templos donde se disfruta de un buen café no podía faltar este agradable local del barrio de Vallehermoso de estética vintage donde encontrar cafés de temporada que nos transladan a la selva, una bakerey artesana –tartas, bagel, brownies… ¡atención a sus galletas de chocolate!– y sandwiches y ensaladas para merendar a gusto de cada uno. Un lugar también para aprender sobre café, encontrar el último gadget cafetero o acabar comprando una bolsa de cualquier parte del mundo.

pum pum© Pum Pum

PUM PUM CAFÉ (LAVAPIÉS)

Aunque es el café de calidad, recién tostado y molido, lo que define su filosofía, fue el aroma a pan horneado y a bollería artesanal lo que conquistó Lavapiés desde este pequeño y discreto local de ladrillo visto, abierto a la calle sin puertas y sin apenas letreros identificativos. Luego los clientes descubrieron las maravillas de un brunch ecológico que podía degustarse cualquier día de la semana y que tenía, como plato estrella, unos insuperables huevos benedictinos sobre guacamole natural. Lo demás es ir creciendo en popularidad hasta hacerse casi una leyenda. Tanto que sus creadores han abierto otro local cercano, Pum Pum Bakery, que también funciona como obrador. Dicen que los croissants que se toman en este otro café de estética más industrial son los mejores de Madrid.

 

Lavapiés, un barrio multicultural retratado en siete imprescindibles

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SPECIALTY COFFEE (CHUECA)

Siguiendo el aroma del buen café de especialidad se llega al Mercado de Antón Martín, un córner abierto de la mano de cafés Tornasol donde el café mañanero y el cortado de media tarde sean algo más que una costumbre. Solo trabajan con cafés de origen (o lo que es lo mismo, cafés seleccionados directamente de las fincas productoras) procesados en microtostadores independientes e infusionados en su Marzocco, la Ferrari de las cafeteras. Aquí acompañan el café (espresso, flat white, de filtro, matcha…) con leche fresca de kilómetro 0, o leche de avena, además de repostería casera (pan de plátano, banoffee, tarta de queso horneada…). Y como la vida de mercado es un non-stop, esta barra abre durante todo el día para tomar desde su desayuno (atención a sus molletes) a un brunch.