Una urbe fascinante. Así es esta ciudad a orillas del Arno, repleta como está de edificios románicos, iglesias góticas, palacios y plazas renacentistas y animadas calles que componen un conjunto difícil de olvidar, empezando por su piazza dei Miracoli (de los Milagros), declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Más allá de lo que alcanza la vista desde lo alto de su torre inclinada, la provincia a la que da nombre encierra pueblos amurallados llenos de historia, centros termales, castillos, joyas arquitectónicas, villas marítimas, bosques y paisajes evocadores para descubrir despacio.
Los 15 imprescindibles de Italia ¿cuál te falta?
Sobre el prado verde de la plaza dei Miracoli se levantan cuatro blanquísimas obras maestras del arte medieval, las más representativas de Pisa, el duomo, el baptisterio, el cementerio monumental y el campanario, donde no hay turista que no se haga la típica foto intentando sujetar esta popular torre inclinada. Pero el conjunto monumental de la ciudad no se limita a su plaza incluida en la lista de la Unesco, es un centro urbano cargado de arte e historia, donde brilla un románico marmóreo y luminoso: el románico pisano.
La catedral de Santa María Asunta (el duomo) fue construida en 1064 para celebrar la grandeza de la que fuera una potente República Marítima de la época. Un templo de mármol blanco como la nieve, como aparece definido en la lápida de su arquitecto, Buscheto di Giovanni Giudice, dividido en cinco naves y coronado con una espléndida cúpula rodeada por una logia.
Chartres, San Basilio, Santiago… las catedrales más bonitas de Europa
Delante de la catedral se encuentra el Baptisterio, del mismo estilo románico, pero con elementos góticos. De forma cilíndrica, mármol blanco y rodeado de arcadas apoyadas sobre columnas, dispone en su interior de una excepcional acústica y organiza su espacio de una forma muy sobria alrededor de una pila bautismal.
La plaza dei Cavalieri es, después del Campo dei Miracoli, la más conocida de Pisa. A ella se asoman un buen puñado de edificios e iglesias renacentistas, entre los que destaca el palacio dei Cavalieri, una elegante construcción del siglo XVI. Frente la estatua de Cosimo I que preside la plaza se encuentra el palacio dell Orologio, construido por los caballeros de la Orden de San Stefano y cuyo rasgo más particular es el puente que une dos torres en ruinas pertenecientes a la familia de los Condes della Gherardesca. En una de ellas fue donde se dejó morir de inanición al Conde Ugolino y a otros miembros de su familia sospechosos de traición a la patria en 1288, como recoge Dante Alighieri en la Divina Comedia.
Otro de los monumentos importantes de Pisa está a orillas del Arno: la iglesia de Santa María de la Espina, una joya auténtica del gótico pisano. Construida en 1230, fue originalmente conocida como Santa María di Pontenovo, aunque su nombre actual se deriva de una reliquia presuntamente perteneciente a la corona de espinas de Cristo traída a Pisa un siglo después.
BUTI Y EL CASTILLO TONINI
A 25 minutos de Pisa, hacia el interior, el castillo Tonini domina desde el siglo X la pequeña ciudad de Buti, en las laderas orientales de la Monti Pisani y a orillas del río Magno. El que fuera un importante centro de control del territorio, acoge en su interior el palacio de Villa Medici, rodeado de murallas medievales y la iglesia de San Rocco.
LAS TERMAS DE CASCIANA
Para los que buscan relax, en el interior de la Toscana, está Casciana Terme, un lugar conocido desde la antigüedad por las aguas termales de Mathilda, que brotan a 36 ºC y se disfrutan en un elegante centro termal desde 1311. En el mismo municipio, otro sitio que no hay que perderse es la visita al antiguo castillo dei Vicari, una majestuosa fortaleza de la familia de los Medici de inquietante fama, pues se dice que en él se juzgaba a las brujas.
CASTELNUOVO VAL DI CECINA
Los bosques de castaños son el símbolo de esta pequeña localidad medieval de pequeñas calles adoquinadas, puentes renacentistas y espectaculares vistas sobre el valle, un perfecto lugar para caminatas y excursiones por los alrededores. Un paseo desde el pueblo conduce a la aldea de Sasso, donde comienza el valle del río Cornia y donde se pueden observar los fenómenos naturales de las putizze (vapores de gas frío) y las fumarole provocadas por la intensa actividad geotérmica en esta zona.
COLINAS DE VIÑEDOS
Conducir por la tierra rojiza de la Toscana es disfrutar de su campiña de ondulante paisaje, sus colinas de viñedos cultivados desde hace siglos, sus pueblos aquí y allá con encanto o la belleza sublime de ciudades como Pisa cargadas de arte.
MARINA DI PISA
La provincia de Pisa se extiende hasta la costa y tiene en Marina di Pisa, con sus características villas de estilo art nouveau, y Tirrenia, rodeada de campos, sus localidades marítimas más frecuentadas. Próximo a la costa se encuentra el Parque Natural Migliarino San Rossore, un valioso espacio protegido que reúne bosques, pantanos y una variada vegetación mediterránea.
MONTOPOLI
Una curiosa disposición tiene esta bellísima localidad próxima a Pisa que mantiene su estructura medieval en sus callecitas angostas, sus casas con torres y bellas fachadas, sus iglesias, palacios y plazas, en especial la de San Giovanni, donde se encuentra la catedral, del siglo XII.
Al volante por la carretera más bella de la Toscana
Otro pueblo con mucho encanto queda cerca: San Miniatio. En lo alto de tres pequeñas colinas desde las que se domina el valle de Arno, está protegido por un recinto medieval bien preservado y es la ciudad de origen de la familia Bonaparte.
VOLTERRA Y OTROS PUEBLOS
De origen antiquísimo, Volterra es un pueblo lleno de historia, pues conserva interesantes vestigios etruscos y romanos y un evocador centro histórico de estilo medieval. Entre sus monumentos principales destacan el duomo, el palacio dei Priori y la imponente fortaleza renacentista.
A 12 kilómetros del mar, lo que define al pequeño pueblo de interior de Montescudaio son sus estrechas callejuelas, arcos y bodegas típicas, donde se elaboran vinos con denominación de origen. Y muy cerca de él, Riparbella es un laberinto bien conservado de callejuelas medievales, palacios y un castillo en uno de sus extremos que la poderosa familia Medici convirtió en una de sus posesiones feudales.