Las siete Maravillas del Mundo, para una vez en la vida

Primero fueron las siete Maravillas del Mundo antiguo -monumentos increíbles como el faro de Alejandría, el Coloso de Rodas o los jardines colgantes de Babilonia-, que por desgracia desaparecieron y ya no podemos visitar. Para compensar la pérdida, en 2001 y a través de la New7Wonder Foundation se eligieron las nuevas 7 Maravillas del Mundo entre cientos de monumentos que han llegado hasta nuestros días. Cada una de ellas han inspirado e inspirarán grandes viajes a lo largo de los siglos. Su conservación depende de nosotros, lo mismo que conocerlas, pocos destinos son más imprescindibles en una agenda viajera que estas joyas. Te contamos dónde están y cómo visitarlas.

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COLISEO DE ROMA

Todos lo conocen como el Coliseo, pero en realidad su nombre es el anfiteatro Flavio, un icono incombustible de la Roma clásica que muestra la grandeza del gran imperio que contagió su cultura a todo Occidente, tanto como icono perdurable de la Roma más actual. Este enorme edificio ovalado, mandado construir por el emperador Vespasiano e inaugurado en el 80 d. C., alcanza los 189 metros de largo por 156 de ancho y se eleva del suelo 48 metros sobre un intrincado conjunto de túneles y mazmorras.

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¿Cómo visitar el Coliseo romano?

La ciudad de Roma tiene conexión aérea directa con ciudades españolas como Madrid, Barcelona, Sevilla, Vigo, A Coruña, Palma de Mallorca… y muchas otras, también con compañías low cost. Abierto casi todos los días del año a partir de las 8:30 (la hora de cierre depende de la época del año) se visitan los distintos desniveles en su interior y conviene reservar las entradas con antelación además de armarse de paciencia, porque suele haber largas colas (olosseo.it/es/horarios-y-entradas/). El primer domingo de cada mes la entrada es gratuita.

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GRAN MURALLA CHINA

Pocos monumentos en el mundo cuentan con la majestuosidad de la Gran Muralla China y muchos menos han incumplido tanto su labor como esta gran obra de ingeniería que fue creada con una esencia bélica para luego convertirse en uno de los monumentos más visitados del mundo. Una colosal obra de ingeniería ideada por el primer emperador chino Qin Shi Huang (221 a. C), aunque corresponde a la dinastía Ming la realización de la parte más transitada y conocida. Con más de 21 mil kilómetros, este proyecto megalómano fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y elegido entre las nuevas Maravillas del Mundo, aunque hoy solo se conserva una parte de lo que fue.

¿Cómo visitar la Gran Muralla China?

Sin duda visitarla será una experiencia inolvidable. Lo más habitual es hacerlo en los tramos más cercanos a Pekín: las secciones de Badaling o Mutianyu, pero también hay que tener en cuenta que al ser los de más fácil acceso son los que reciben más turistas, tanto locales como extranjeros, y son secciones que están más restauradas, tal vez con menos encanto original.

Para llegar hasta allí se puede hacer en transporte público (salen autobuses desde la estación de Dongzhimen y sale muy económico) o contratar una excursión con alguna empresa. También se accede de manera sencilla en taxi (se negocian desde la capital con un precio que comprende la ida y la vuelta). El acceso a la Gran Muralla requiere pagar entrada.

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Quienes quieran optar por ver una zona más original y con menos gente es mejor dirigirse a la llamada ‘muralla salvaje’, entre Jiankou y Mutianyu, un tramo que nunca ha sido restaurado, más natural, pero también más peligroso con numerosas pendientes y un terreno más pedregoso. Entre Gubeikou y Jinshanling está el tramo más alejado de Pekín (unos 160 kilómetros), sin embargo es de los más bellos y con un atardecer único.

Para recorrer la Gran Muralla habrá que caminar y hay que tener en cuenta las subidas y bajadas, con lo que lo mejor será llevar el calzado adecuado, incluso aunque se visiten las zonas más restauradas.

CHICHÉN ITZÁ

Al sur de México, en el interior de la península de Yucatán y a un par de horas de las turísticas playas de Cancún o Playa del Carmen, las ruinas de la ciudad maya de Chichén Itzá se levantan entre la selva como un poderoso legado de lo que fuera una de las grandes civilizaciones de la Antigüedad. Es Patrimonio de la Humanidad desde 1988 y una de las nuevas siete Maravillas del Mundo.

Entre sus edificios y recintos más espectaculares destaca el Templo de los Guerreros, la cancha para el Juego de Pelota, el Observatorio, el complejo de Las Mil Columnas o las plataformas de los Tigres y de las Águilas pero, sobre todo, la pirámide de Kukulkán, también conocida como El Castillo.

¿Cómo visitar Chichén Itzá?

Para visitar las ruinas de la ciudad maya conviene dedicar un mínimo de media jornada, mejor hacerlo a primera hora para evitar el calor y el exceso de gente. Habrá que volar a Cancún y desde allí contratar una excursión de un día o bien viajar en coche de alquiler (hay que pagar aparcamiento una vez llegado al yacimiento). También se hacen visitas desde Playa del Carmen, Tulum o Mérida, por ejemplo.

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TAJ MAHAL

Cuatro siglos han pasado desde la construcción de este monumento al amor, mandado edificar por un desconsolado emperador, Shah Jahan, por la muerte de su esposa. La última morada de Mutmtaz Mahal, fallecida repentinamente en 1631, posee una inspiradora belleza que atrae cada año a millones de visitantes. Un elegante complejo lleno de cúpulas y minaretes, jardines y estanques, salones de mármoles y filigranas, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad y hoy es el icono más reconocible Bharat, como ha pasado a llamarse la India desde el 18 de septiembre de 2023.

¿Cómo visitar el Taj Mahal?

El Taj Mahal está en la ciudad de Agra, a 220 kilómetros al sur de Delhi, donde se llega en tren, avión o por carretera. La mejor época para visitarlo es de octubre a mayo y habrá que dedicarle al menos un día completo, para poder disfrutar de las diferentes tonalidades con el cambio de la luz según avanza el día.

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Es imprescindible pasear por los jardines, estanques y pabellones que lo rodean y contemplar las tumbas del emperador y su reina. Las entradas para el interior y el exterior se venden por separado (tajmahal.gov.in/visiting-hours.aspx), con un límite dentro de tres horas y los viernes cierra porque es día de oración y dentro hay una mezquita.

MACHU PICCHU

Uno de los yacimientos arqueológicos de mayor valor de Sudamérica y el mayor reclamo de Perú, declarado Santuario Histórico y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, no podía faltar en la lista de las nuevas Maravillas del Mundo. Y lo es no solo el área arqueológica sino también sus paisajes, la flora y la fauna.

La Ciudad Perdida de los Incas se cree que fue construida a mediados del siglo XV, aupada entre picachos a 2.350 metros de altitud, en un poderoso escenario natural que le aporta fuerza y mística. El recinto suma unas 140 construcciones entre templos, santuarios, plazas, residencias… divididos en tres áreas principales: una zona residencial, un barrio popular y el barrio sagrado.

¿Cómo visitar Machu Picchu?

Lo primero hay que volar a Lima, la capital de Perú, con conexiones directas desde España y en Lima tomar otro vuelo hasta llegar a Cuzco, donde habrá que tomarse un tiempo para acostumbrarse a la altura. Aguas Calientes es el pueblo más cercano a la Ciudad Perdida, al que se llega de distintas formas desde Cuzco, aunque la más recomendable es el tren. Quienes quieran un trayecto más lujoso tienen el Belmond Hiram Bingham (belmond.com), aunque no es el único tren, existen otras alternativas más económicas como el Vistadome o el Parurail Expedition (perurail.com). Desde Aguas Calientes a la entrada a la ciudadela hay autobuses (Consettur ) con salidas cada 10 minutos. Para acceder a Machu Picchu hay que reservar una entrada (reservas.machupicchu.gob.pe/inicio) y mejor hacerlo con suficiente antelación y elegir, una vez dentro, qué circuito se desea hacer.

CIUDAD DE PETRA

Fue una mañana del mes de enero de hace ya unos cuantos años, cuando un globo aerostático se elevó sobre las ruinas de Petra para apoyar la candidatura a las nuevas siete Maravillas del Mundo de esta ciudad que los nabateos esculpieron en la roca hace miles de años. Y lo consiguieron. No hizo falta promoción para su inclusión como Patrimonio de la Humanidad, era algo evidente.

¿Cómo visitar Petra?

Hay que volar hasta Amman, la capital jordana con conexiones diarias desde ciudades como Madrid y Barcelona. El traslado entre Amman y Petra (unos 235 kilómetros) se puede hacer en coche de alquiler, contratando un tour organizado, en taxi a un precio bastante asequible e incluso en autobús.

Las visitas se hacen a pie desde el pueblo de Wadi Musa, donde se encuentran los hoteles. La mejor época para visitar Petra es la primavera y el otoño, porque el verano está muy lleno de turistas y los meses de invierno llegan a ser muy fríos.

Nada más acceder a Petra por el kilómetro y medio del desfiladero del Siq, con altísimas paredes que encajonan la entrada al recinto por su principal acceso, aparece la fachada de El Tesoro (no se visita el interior). La estampa asombra a cualquier viajero que se encuentra al fin ante la emblemática imagen que tantas veces habrá visto en fotografías. Esta será solo la primera, luego seguirán el Teatro, la calle de las fachadas, las tumbas reales, el Monasterio Al Deir… Petra es grande y conviene dedicarle un mínimo de dos días. Las entradas para acceder al recinto se pueden adquirir en el Centro de Visitantes (visitpetra.jo), también las de Petra by Night, un espectáculo nocturno frente a la fachada del Tesoro que combina música y el especio iluminado por cientos de velas.

CRISTO REDENTOR

A 710 metros sobre el nivel del mar, esta escultura corona el monte Corcovado, en el Parque Nacional de Tijuca, la selva urbana más grande del mundo que se encuentra en medio de la ciudad brasileña de Río de Janeiro.

Sus medidas impresionan: 30 metros de alto, 8 del pedestal y 1.200 toneladas de peso, y la hacen omnipresente casi desde cualquier parte de la ciudad. Su envergadura es tal, que los trabajos de construcción duraron cinco años.

¿Cómo visitar el Cristo del Corcovado?

Hay que viajar hasta Río de Janeiro y para contemplar toda su inmensidad lo mejor es verlo de cerca. Desde la cima se obtienen unas vistas insuperables de la ciudad. Para llegar arriba habrá se hace en autobús, en tren (tremdocorcovado.rio), que hace el trayecto desde hasta la misma base del Cristo en 20 minutos, o por carretera. También a través de las numerosas empresas que hacen visitas guiadas.