Geiranger es un fiordo superlativo. Es difícil no quedar impresionado ante este profundísimo tajo de aguas azules rodeado de montañas escarpadas, cascadas salvajes y una exuberante vegetación que la Unesco ha incluido en su lista del Patrimonio Mundial. Un majestuoso escenario, uno de los más sublimes de la naturaleza del país, que la princesa Marta Luisa de Noruega y su prometido el chamán Durek Verrett han elegido para darse el sí quiero el próximo mes de agosto de 2024, como acaba de anunciar la Casa Real y con el que esperan sorprender a sus invitados.
“Significa mucho para nosotros reunir a nuestros seres queridos en un lugar tan rico en historia y experiencias intensas de naturaleza. Geiranger es el lugar perfecto para abrazar nuestro amor”, ha escrito la princesa en un post que ha compartido con su futuro marido.
Noruega atesora la mayor concentración de fiordos del planeta y cada uno despacha paisajes únicos. No hay dos iguales. Si el Sogne es el más largo y profundo; el Naerøy es el más estrecho, mientras que esa magnífica lengua de agua que es el Geirangerfjord presume de la rotundidad de sus cascadas y de una belleza natural que le han hecho hueco en la lista de los lugares más espectaculares del mundo.
Pero vayamos con los méritos de este paisaje originado tras una sucesión de eras glaciares. Geiranger es solo un brazo del más grande sistema de fiordos que se extiende hasta Ålesund y aún así, tiene 15 kilómetros, que abarcan desde Hellesylt a Geiranger, en el municipio de Stranda. Alcanza una profundidad de 260 metros y las escarpadas montañas que lo rodean se elevan a 1700 metros sobre el nivel del mar.
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En las laderas de estas montañas hay pequeñas granjas que han sido restauradas y permiten conocer el modo de vida local, como la más famosa de Skageflå (en la imagen) o Knivsflå. Para llegar a ella se debe tomar un barco desde el pueblo de Geiranger hasta Skagehola y luego subir por un sendero tan empinado como gratificante. Desde allí se disfruta, además, de una vista magnífica del fiordo y sus numerosas cascadas, como la más famosa de Las Siete Hermanas.
¿CÓMO LLEGAR A GEIRANGER?
A unos 350 kilómetros al norte de Bergen, Ålesund es la ciudad más próxima al fiordo y la carretera a Geiranger está abierta todo el año. También los 365 días se puede hacer ese trayecto embarcándose en un crucero desde el descatacado puerto pesquero levantado sobre siete islas. Otras alternativas son el ferry de Linge a Eidsdal y luego seguir la ruta panorámica entre Trollstigen y Geiranger por las curvas cerradas de Ørnevegen (Eagle Road), la carretera del Águila, o el ferry de Hellesylt a Geiranger.
¿QUÉ HACER EN ESTE ENTORNO?
El fiordo de Geiranger se presta para las excursiones senderistas, para trepar en bicicleta o coche eléctrico por las laderas de sus montañas, deslizarse en tirolina, descender cañones y también para recorrer en kayak o lancha neumática sus aguas disfrutando de perspectivas diferentes. Si se quiere conocer todo lo que ofrece este paisaje único lo más acertado será pasar por el centro de visitantes situado en Fosseråsa, la primera ruta turística nacional de Noruega, que comienza junto al fiordo y serpentea a lo largo del río para alcanzar la cascada Storsæterfossen, ¡detrás de la cual se puede caminar!
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Una experiencia de altura regala también el mirador situado a 1500 metros de altura del mar y que se alcanza en coche por la carretera que se eleva sobre el fiordo hasta la espectacular plataforma de Geiranger Skywalk, en Dalsnibba.
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Más tranquilo será alquilar durante una semana una cabaña en las montañas con vistas al fiordo y embarcación privada para recorrerlo; despertar en medio del bosque en el Juvet Landscape Hotel (juvet.com), o alojarse en un hotel histórico en el pequeño pueblo de Geiranger como el Union (hotelunion.no), el elegido para la boda de la princesa Marta Luisa de Noruega y disfrutar de todos sus lujos, desde tratamientos de spa a la comida más exquisita en cualquiera de sus restaurantes después de un largo día de actividades que empiezan a las mismas puertas de este original chalet de madera levantado en 1891: las cascadas Storfossen y Storsæterfossen, los miradores Vesteråsfjellet y Løsta…
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Y para acabar el viaje: ¿Qué tal un trozo de chocolate elaborado en este lugar? Geiranger Sjokolade es la primera fábrica de chocolate del mundo que funciona desde un cobertizo para botes y su marca Fjordnær» significa «junto al fiordo». Una cata dejará con el mejor sabor de boca.