TORRE DE HÉRCULES
Nadie quiere perderse en A Coruña el panorama que despacha, a 55 metros de altura, el faro más antiguo del mundo, levantado en el fin de la tierra conocida por los romanos en lo alto de una colina y declarado Patrimonio de la Humanidad. A sus pies un entorno protegido donde entretenerse un largo rato entre las grandes obras de artistas gallegos de su parque escultórico y disfrutar del mar como en ningún otro lugar.
Igual de imprescindible que el faro es recorrer esta encantadora ciudad costera por su casco viejo de calles estrechas y empedradas, o en la plaza de María Pita -la principal de A Coruña-, disfrutar en verano de sus playas como Orzán y Riazor y conocer su famosa Mariña, la imagen más reconocible que le ha valido el sobrenombre de "Ciudad de Cristal".
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BETANZOS
Un pueblo que ha asociado su nombre de manera inseparable al de su famosa tortilla, que aquí nadie se resiste a probar. Una deliciosa excusa para acercarse a esta localidad de las Ría Altas que además tiene un precioso conjunto monumental, un casco antiguo que aún conserva varias puertas del que fue su recinto amurallado y algunos edificios religiosos e históricos de época medieval que merecen una visita. Lo mismo que sus zonas verdes, como el parque del Pasatiempo o la senda fluvial de los Caneiros, buenos paseos por los que bajar la tortilla a la que seguro no nos hemos podido resistir.
PONTEDEUME
A pocos kilómetros de A Coruña nos espera la villa del puente sobre el río Eume -su nombre más claro no puede ser- en el golfo de Ártabro, allí donde nacen las Rías Altas gallegas. Es uno de los pueblos marineros más bonitos de esta costa. Una pequeña localidad cargada de historia, asociada a una de las familias más influyentes de la época medieval: los Andrade, que tienen aquí su famoso torreón -con 18 metros de alto-. Además de la torre hay que visitar el puente, pasear por las calles de la villa, acercarse al castillo y tapear en las tascas del casco histórico.
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FRAGAS DO EUME
A 50 kilómetros de A Coruña, y 10 minutos de Pontedeume, el bosque atlántico de ribera mejor conservado de Europa brinda unos paseos a pie difíciles de olvidar. Robles, chopos, fresnos, castaños, abedules… y, escondido en el corazón del bosque, el mágico monasterio de Caaveiro, con más de diez siglos de historia. La panorámica que se se obtiene desde aquí ha cautivado a viajeros de todo el mundo que caen rendidos ante la belleza de estos parajes.
Para acceder a Fragas do Eume hay cuatro zonas, pero la más visitada es la que se hace a través del coto pesquero de Ombre, a pocos kilómetros de Pontedeume. En temporada de verano el acceso de vehículos está restringido, pero hay transporte público que deja al visitante cerca del famoso monasterio.
REDES Y LA RÍA DE ARES
Uno de los pueblos pesqueros más bonitos de A Coruña situado en la ría de Ares. Muchos lo conocen porque formó parte de los escenarios de rodaje de la película Julieta, de Pedro Almodóvar -con Adriana Ugarte como protagonista-, aunque no fue la primera vez que esta localidad servía de plató de cine. Un pueblo tranquilo que guarda su esencia marinera, con casas en la misma orilla de la ría, y su autenticidad pese a la llegada del turismo, que aquí no se ha desarrollado tanto como en otros rincones de esta rías.
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FERROL
Una escapada a Ferrol tiene que pasar necesariamente por disfrutar de su gastronomía, que como en otros muchos rincones de Galicia es un tesoro. Aquí se viene a degustar productos de su ría como los berberechos y las almejas de las Pías, los centollos, zamburiñas, nécoras o percebes. Y de postre una castiñeira, la tarta típica de Ferrol, elaborada a base de castañas.
Como no todo va a girar en torno a la comida, en Ferrol hay que dar un paseo por sus zonas verdes, empaparse de la esencia modernista en sus calles, hacer un recorrido para descubrir el arte urbano del barrio de Canido, acercarse al castillo de San Felipe y relajarse en algunas de sus playas más espectaculares.
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PLAYA DE DONIÑOS
Una pasarela de madera se adentra en el entorno salvaje para desembocar en esta rectilínea playa de Ferrol rodeada de dunas y arenales infinitos que se presta para contemplar el atardecer, pero también, por su oleaje y los vientos que aquí soplan, para practicar surf. En sus inmediaciones se encuentra la laguna de Doniños, un amplio pinar y el castro de Lobadiz.
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ESTACA DE BARES
Desde este imponente promontorio que se adentra en el mar y corona un faro se domina una vista espectacular. Ocupa el punto más septentrional de la Península, en la línea divisoria entre el océano Atlántico y el mar Cantábrico, y es uno de los mejores puntos de observación de aves de Europa, pero también un buen lugar para degustar en su puerto un exquisito arroz con bogavante frente a la playa (estacadebares.es).
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SANTUARIO DE SAN ANDRÉS DE TEIXIDO
Los muros de piedras oscuras con juntas blancas y el verdor de helechos y palmeras le dan este famoso lugar de peregrinación erigido sobre la roca viva en la sierra da Capelada un exótico aire canario. La carretera que une Cariño con Cedeira y la aldea y santuario de San Andrés de Teixido bordea los acantilados de Vixía de Herbeira, los más altos de la Europa continental.
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ACANTILADOS DE VIXÍA HERBEIRA
Con 613 metros de altura, estos acantilados forman uno de los parajes naturales más sublimes de Galicia. Situados entre los municipios de Cedeira y Cariño, en la sierra de la Capelada, para contemplarlos hay varios miradores sobre el mar, como el de la Garita. Asomarse a ellos nos permite contemplar en toda su magnitud esta agreste y espectacular costa.
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PLAYA DE LAS CATEDRALES
En la frontera con Asturias y próxima a Ribadeo, la playa de As Catedrais es uno de los espacios más sugerentes de la Mariña lucense. Un auténtico monumento natural donde las gigantescas rocas horadadas por las poderosas aguas del Cantábrico y el viento han creado, a lo largo de los siglos, una auténtica catedral de piedra al borde del mar. Su caprichosa sucesión de grutas, pasadizos y arcos hacen de esta playa una de las más bonitas del mundo.
PAZO DE MARIÑÁN
Del sur al norte de Galicia se puede seguir un sugerente recorrido a través de una docena de pazos de una elegante decadencia y jardines creados con esmero donde la camelia reina en todo su esplendor. El de Mariñán, en el municipio coruñés de Bergondo, es uno de ellos. Una construcción del siglo XVIII declarado conjunto histórico-artístico en cuyo jardín de estilo francés crecen camelias, pero también especies exóticas y árboles monumentales.
CABO ORTEGAL
Un faro corona el promontorio rocoso del segundo cabo más al norte de España, solo superado por Estaca de Bares, el mejor lugar para contemplar la panorámica que se despliega ante los ojos. Abajo, el mar ruge con fuerza en los tres espectaculares farallones conocidos como Os Aguillóns.
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RÍA DE ORTIGUEIRA
Entre el cabo Ortegal y el de Estaca de Bares se abre la sinuosa ría de Ortigueira, salpicada de agrestes paisajes y coronada por la sierra de A Capelada. En ella se descubren el pueblo de Cariño, con su animado puerto pesquero, y la espectacular playa de Morouzos, un larguísimo arenal de dos kilómetros frente a la isla de San Vicente, escenario del Festival del Mundo Celta de Ortigueira.
CASCO VIEJO DE VIVEIRO
Viveiro es una villa elegante y también importante, de las que más en la Mariña lucense. Tiene murallas que han resistido los embites de piratas y también manantiales han atraído a infinidad de romeros. Paseando por su casco antiguo se percibe su esplendor pasado, con un rico patrimonio civil y religioso, en el que sobresale el puente de la Misericordia, la iglesia de Santa María del Campo o la puerta de Carlos V.
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