Suma la friolera cifra de 43 millones de oyentes en Spotify cada mes, más de 25 millones en Instagram y su nombre resuena cada día en los titulares más repetidos del mundo de la música, la moda, la belleza y, también, en el de los viajes. Porque Rosalía enloquece e inspira en cada paso, y no hace falta más que valorar su éxito para darse cuenta. Si todo lo que viste se agota en segundos, cada uno de los lugares que visita también es apuntado por miles de fans para para agendar sus próximas escapadas. Y, si hubiera que mencionar un destino que frecuenta más allá de por motivos profesionales, éste sería Japón. La catalana ha mostrado su devoción por el país nipón en varias ocasiones y lo ha hecho, no solo yendo con su pareja Rauw Alejandro (y disfrutando de la gastronomía japonesa por todo lo alto), sino también en muchas de las letras de sus canciones. Puede que no te hayas dado cuenta, pero a continuación trazamos la ruta definitiva de Rosalía por Japón en diferentes paradas que exploran los parajes que han conquistado a la cantante. Ve reservando vuelo...
Visita al zoo Ueno
Emplazado en el centro de Tokio, el zoo Ueno presume de ser el más antiguo de Japón. Es uno de los emblemas de la ciudad de visita obligatoria y uno de los reclamos más afamados entre turistas. Nada que extrañe, pues cuenta con una gran superficie donde viven casi tres mil animales de cientos de especies diferentes: desde ciervos y osos panda, pasando por canguros e hipopótamos, hasta llegar a cocodrilos.
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Paseo por el barrio de Harajuku
También ubicado en Tokio, el barrio de Harajuku es de esos que merece la pena visitar. Lleno de arte urbano, con tiendas de ropa única, cafeterías originales con temáticas que jamás hubieses imaginado y el título de "el más extravagante" de la ciudad. En el videoclip de la canción de Beso (en la que anunció su compromiso con el puertorriqueño) ambos aparecen paseando Harajuku, dejándose maravillar por el colorido paisaje, entre vestimentas estrafalarias y lolitas.Algunas paradas obligatorias de este barrio: la calle Takesita Dori y la calle Omotesando. Y los amantes de la tradición y la historia encontrarán en el santuario Meiji Jingu su sorpresa.
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Tarde de acuario
No sabemos exactamente cuál es el acuario que visitó Rosalía, pero apostaríamos todas nuestras cartas a que fue el Acuario de Sumida, uno de los que más entradas vende de Tokio. Cuenta con uno de los mayores tanques-piscina interiores de Japón y con uno de sus principales atractivos: el Big Petri Dish, otro tanque en el que conviven unas 500 medusas. Sin embargo, si quieres echar un vistazo a otros acuarios de Japón, te recomendamos desplazarte hasta Osaka para conocer el Osaka Acuario Kayuukan o, sino y si tienes tiempo, disfrutar de un día en el Acuario Churaumi en Okinawa. Este último es el segundo más grande del mundo (por detrás del chinés Chimelong Ocean Kingdom).
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Inmersión digital en teamLab Planets
Entrar en el museo teamLab Planets es como estar soñando. Situado en el área de Toyosu, este espacio invita a cada transeúnte a sumergirse, de pleno, en una experiencia inmersiva en la que diferentes instalaciones digitales funden el cuerpo de sus viandantes con sus pantallas y obras lumínicas. Conociendo el amor que siente Rosalía por esta tipología de museos (así nos lo enseñó visitando uno parecido en Barcelona y otro similar en Los Ángeles), no sorprende haberle visto maravillada con este. Un plan divertido e ideal si te alojas varios días en la ciudad.
Una noche de karaoke
Si has visto la película de Lost in translation y el videoclip de Candy de Rosalía entonces reconoces un escenario: el karaoke Kan de Shibuya. Aunque en él Rosalía imitó el look de Scarlett Johansson en la película, estamos seguros de que disfrutó también de sus instalaciones al completo, pues cuenta con diferentes salas de karaoke, sofas y mesas en las que quedarse hasta altas horas de la noche. Salir de fiesta en Japón es sinónimo de quedar para cantar y, el Kan Shibuya es el lugar para hacerlo.
Perderse en un bosque de bambú
Ubicado en Arashiyama, este enclave natural también fue cómplice de la escapada romántica que hicieron Rosalía y Rauw Alejandro a Japón. El bosque de bambú se encuentra en una montaña a pocos kilómetros del centro de Kioto, un reducto de miles de bambús que se mueven al compás del viento y crean una atmósfera única, espectacular e imponente, presentando, a su vez, un aleteo declarado ya como uno de "los cien sonidos a conservar en Japón".
Observar los cerezos en flor
Sakura es el nombre de una de sus canciones y no es casualidad. El tema trata sobre la fragilidad y la belleza, y, en Japón, estas flores simbolizan, precisamente, la fugacidad de la vida. Imprescindible es, por tanto, visitar algunos de los enclaves en los que más florecen las sakuras, también conocidas por nosotros como la flor del cerezo. De entre todos los que puedes visitar, destacamos tres muy bonitos: el parque de Maruyama-Koen, Shinjuku Gyoen o el Parque conmemorativo de la Expo '70.
Comer un "chicken teriyaki"
Puede que Chicken teriyaki sea una de sus canciones más pegadizas y lleva por título, también, uno de los platos más aplaudidos por todos los amantes de la comida japonesa. Rosalía se ha dejado ver en varias de sus fotos disfrutando de noodles o sushi, pero estamos seguros de que también ha degustado muchos de los pollos teriyakis del país nipón, que se encuentran de manera masiva en casi todos los menús de sus restaurantes. Una verdadera delicia.
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