Descubrir parajes extraordinarios, aspirar el aire puro de la naturaleza y, sobre todo, pasar unos días divertidos con la familia al completo. Todos estos ingredientes los encontramos en la Ruta de los Ojos Negros, un trayecto especialmente indicado para abordar sobre dos ruedas, que además implica un salto entre dos provincias.
La Vía Verde de los Ojos Negros es el paraíso del cicloturista: 159,7 kilómetros de recorrido desde Teruel a Valencia (o viceversa) que la convierten en la más larga de España. Además, es una ruta icónica tanto por su extensión como por su belleza: por el camino saldrá al paso todo un mosaico de paisajes: sierra, bosque, campos de secano, grandes extensiones de naranjos y hasta plantaciones de chufas, sí, las que dan lugar a la deliciosa horchata.
A RITMO LENTO
¿Cuánto se tarda?
Que no cunda el pánico. Si estimamos que se recorrerán entre 10 y 15 kilómetros por hora a un ritmo constante y sin pausas, el cálculo es de unas tres jornadas.
Aún así, existen opciones más cortas. El recorrido sigue en paralelo a la actual conexión de Renfe entre Teruel y València, lo que permite elegir dónde comenzar y terminar el viaje. Incluso si se decide hacer al completo, para la vuelta se puede coger el tren regional que sale desde Sagunto, cargar las bicicletas y emprender así la subida, ya sin ningún esfuerzo.
¿Cómo es el recorrido?
Para mayor tranquilidad, hay que decir que el camino se mantiene en buen estado, la señalización es bastante buena y, lo mejor, es casi todo de bajada.
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LAS VÍAS DEL TREN
Sea cual sea la opción elegida, lo que es seguro es que merecerá la pena. Porque las tierras virginales y mediterráneas que acompañan a este hermoso trayecto no tienen desperdicio. Desde los pies de la sierra hasta aspirar el aroma del mar, pasando por las ricas huertas valencianas, los paisajes que enmarcan el pedaleo son extremadamente hermosos.
Hay, además, una peculiaridad. Esta Vía Verde sigue el camino de lo que antaño fuera una línea de ferrocarril: la que en 1907 abordaba el tren minero de Sierra Menera para transportar el hierro desde el municipio de Ojos Negros (en el límite entre Teruel y Guadalajara) hasta el Puerto de Sagunto (Valencia). Una línea que tuvo una vida muy corta. En 1972 quedaba suspendida la actividad, cayendo así en el abandono.
Hoy, este extenso tramo dista mucho de ser un fósil de la industrialización. No sólo su trazado sino también los elementos que componía la línea ferroviaria (las vías, las traviesas, las viejas estaciones…) se han aprovechado para facilitar el camino.
PUENTES Y MIRADORES
El inicio natural, no obstante, sigue siendo Santa Eulalia (Teruel), bajo la sombra de la sierra de Javalambre. Así da comienzo el espectáculo de la naturaleza: los bosques de encinas y coníferas, los pinares y las sabinas, los campos de cultivo y árboles frutales, las dehesas…Pero también los distintos viaductos que ejercen de fantásticos miradores. Como el de Albentosa, uno de los más impresionantes con sus siete arcos y sus vertiginosos 50 metros sobre un barranco. O el del Chispo (también en tierras turolenses), más bajo (22 metros) pero igual de intimidatorio.
No faltan los túneles. Hasta 20, la gran mayoría iluminados y perfectamente acondicionados para el paso. Destaca el de Albentosa, el de Arrión, el de Ragudo y el más largo, el de Caudiel, con más de medio kilómetro.
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BELLOS PUEBLOS
Pero lo que no hay que perderse es la posibilidad de detenerse en algunas de las localidades del camino. Por ejemplo, en Sarrión, en Teruel, con un bonito recinto amurallado, o en Jérica, en Castellón (en la imagen), con un casco histórico trazado con calles estrechas y tortuosas. También merece la pena Navajas, casi al final del recorrido, famosa por las aguas que manan de sus fuentes y el espectacular paraje del Salto de la Novia.
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Y para quien se quede con ganas de seguir dándole a la bicicleta, está el GR del Camino del Cid que enlaza con la vía Verde de los Ojos Negros. He aquí otro bonito sendero que, esta vez, estará indicado con marcas rojas y blancas. La conjunción de los dos sí que es, hay que reconocerlo, para expertaos cicloturistas.